HISTORIA DEL ANARQUISMO UNIVERSAL

Anarquismo en Venezuela

El anarquismo en Venezuela ha jugado históricamente un rol secundario en la política del país, siendo consistentemente más pequeño y menos influyente que movimientos equivalentes del resto de América del Sur. Sin embargo, ha tenido cierto impacto en la evolución cultural y política del país.

Por otra parte, de acuerdo con una serie de encuestas realizadas por Latinobarómetro entre 1998 y 2010, la población de Venezuela ha mantenido la visión más favorable a una política estatista en comparación con la de otros países latinoamericanos. Aunque el porcentaje incluso aumentó a lo largo del Gobierno de Hugo Chávez, un estudio de 2017 del Instituto Delphos muestra una disminución de estos valores pero sin alcanzar todavía los valores de 1998 de Latinobarómetro.1

Historia.

Antecedentes en el siglo xix.

Aunque no fue anarquista, Francisco Coto Paúl proclama en el seno de la Sociedad Patriótica las siguientes palabras en el temprano 1810 contra quienes ven las ideas federalistas como anárquicas:2

¡La anarquía! Esa es la libertad cuando para huir de la tiranía desata el cinto y desnuda la cabellera ondosa. ¡La anarquía! Cuando los dioses de los débiles, la desconfianza y el pavor la maldicen, yo caigo de rodillas a su presencia. ¡Señores! ¡Que la anarquía, con la antorcha de las furias en la mano, nos guíe al Congreso para que su humo embriague a los facciosos del orden, y le sigan por calles y plazas, gritando libertad!

Francisco Paúl

 

Para Rodolfo Montes de Oca, Coto Paúl pudo haber sido influido por el pensamiento del precursor del anarquismo William Godwin.3

Para Ángel Cappelletti y Carlos Manuel Rama, Simón Rodríguez se inspiraría en ideas de socialistas utópicos, sobre todo en sus planteamientos pedagógicos.4​ Algunos anarquistas dan una interpretación libertaria a la idea de 1847 de Simón Rodríguez de la toparquía.5​ En palabras de Rodríguez: «Ojalá cada parroquia se erigiera en toparquía, entonces habría confederación de toparquías. El Gobierno más perfecto de cuanto pueda imaginar la mejor política, es el modo de dar por el pie al despotismo».6​ Para J. A. Calzadilla Arreaza la toparquía de Simón Rodríguez «roba la palabra al léxico del feudalismo para convertirla en nuevo concepto republicano y democrático, no ya señorío del lugar, sino lugar con poder, poder del lugar, esto es, de sus habitantes y sus voluntades».7

Ezequiel Zamora.
Ezequiel Zamora.

Entre finales del siglo xix y el primer tercio del siglo xx, fueron los períodos más activos en la historia anarquista de la región latinoamericana, sin embargo, existieron pocos anarquistas venezolanos. No obstante, hubo un número un poco significativo de intelectuales y líderes locales quienes fueron al menos influidos por los teóricos de la ideología.8​ Entre ellos estaba Ezequiel Zamora (1817-1860), un político liberal y líder rebelde prominente durante la Guerra Federal, de quien se dice haber sido influido, entre otros, por Pierre-Joseph Proudhon.89​ Igualmente, de acuerdo con Laureano Villanueva, Zamora tenía ideas socialistas10​ y «no estaba haciendo guerras para imponer gobernantes a los pueblos, sino al revés, para que los pueblos se gobernaran por sí, pues era de este modo como él entendía el liberalismo y la Federación».11

Aunque el conservador venezolano Fermín Toro fue uno de los principales promotores de la filosofía del laissez faire en Venezuela, más tarde rechazaría estas posturas acercándose a las ideas socialistas de la época, entre ellas, algunas de Proudhon. No obstante, defendería posiciones no libertarias como un orden político centro-federal.12

El escritor Rafael María Baralt citó en diversas oportunidades a Proudhon e incluso lo conoció personalmente y dialogó con él.12

El 18 de septiembre de 1852 se publicó en el «Correo de Caracas» la obra «Análisis del socialismo y exposición clara, metódica e imparcial de los principales socialistas antiguos y modernos y con especialidad los de Saint-Simón, Fourier, Owen, F. Leroux y Proudhon» de autor anónimo, la cual pretendía ser una síntesis de las doctrinas socialistas de la época.12

Se describe que el pintor impresionista y anarquista galo, Camille Pissarro, mientras estuvo en Venezuela desarrolló un compromiso político al observar las injusticias sociales en este país que influyeron a su llegada al anarquismo.13

Tras la caída de la Comuna de París en 1871, varios exiliados, entre los que se encontraban libertarios proudhonianos, fundaron la sección venezolana de la Internacional, la cual existió por lo menos hasta 1893 ya que ese año se envió un comunicado al Congreso de Zúrich firmado por Bruno Rossner, H Wilhof y A Pisen. Sin embargo, la organización no logró permear en el seno del movimiento obrero venezolano, limitándose a obreros extranjeros.14​ Al igual que otras secciones latinoamericanas de la Internacional, tuvo buena influencia proudhoniana así como también bakuninista.15

Primera mitad del siglo xx.

Uno razón detrás de la debilidad del temprano movimiento anarquista fue el régimen de Juan Vicente Gómez, quien gobernó Venezuela tanto como presidente elegido y como fuerte hombre militar no elegido entre 1908 y 1935. Gómez extensamente persiguió rivales, disidentes políticos, y sindicalistas. Entre las víctimas más tardías estaban miembros de un naciente movimiento anarcosindicalista, perteneciendo a una ideología traída por inmigrantes radicales de Europa. Mientras eran pocos en números, los esfuerzos de estas personas en formar sociedades mutuas, organizando huelgas de industria petrolera, extendiendo propaganda, etc. les obtuvo una notoriedad segura, pero también la atención completa de la persecución de Gómez.16

En 1909 Manuel Vicente Martínez publicó «El socialismo y las clases jornaleras», obra «de clara orientación mutualista proudhoniana», según Rodolfo Montes de Oca. Además de Proudhon, se hace referencia en ella también a Jean GraveCharles MalatoPiotr Kropotkin y Alfred Naquet.17

Algunos comunistas marxistas tempranos tuvieron influencias anarquistas como Pío Tamayo (1898-1935), un poeta revolucionario y cofundador del Partido Comunista de Venezuela, enseñó a sus amigos prisioneros políticos el «socialismo de Bakunin y Marx». Tamayo, quien murió en prisión, estuvo encarcelado por Gómez.18​ Otro prisionero político durante este periodo era el anarquista individualista colombiano Biófilo Panclasta (1879–1943), quien anteriormente participó en el Revolución Liberal Restauradora de Cipriano Castro, ayudando en el derrocamiento del presidente Ignacio Andrade, con anterioridad a su encuentro del pensamiento anarquista. Arrestado en 1914 después de regresar a Venezuela, Panclasta pasó siete años en prisión, más debido a su amistad con Castro (depuesto en un golpe de Estado por Gómez) que por su ideología.19

El filósofo naturista venezolano Carlos Brandt, aunque al principio simpatizante del expresidente Cipriano Castro, llevaría su pensamiento a un «pacifismo de corte vegetariano». Exploraría distintas corrientes como «la anti-vivisección, el panteísmo, el naturismo, el anarquismo y sobre todo el pacifismo como ética y modelo social idóneo para la humanidad».20Brandt establecería amistad con el también anarcopacifista León Tolstói.21​ Igualmente sería amigo de George Bernard Shaw, Albert Einstein, Ernst Haeckel, Max Nordau, Gabriela Mistral, Alfred Russel Wallace y otros pensadores de su época. La dictadura de Juan Vicente Gómez lo llevaría a prisión y posteriormente al exilio.22​ Huyendo de la dictadura gomecista publica su libro «El vegetarianismo» donde «por primera vez desde el anarquismo no solamente se apuesta por la dieta vegetariana única o principalmente por su salubridad, sino por un compromiso de respeto a los animales partiendo de que el ser humano también es un animal». Brandt colaboraría con la revista libertaria «Generación Consciente» en España.23

Busto de Julio César Salas, defensor venezolano de las ideas tolstoianas.
Busto de Julio César Salas, defensor venezolano de las ideas tolstoianas.

Otro promotor de las ideas tolstoianas fue el merideño Julio César Salas quien en 1904 funda el periódico «Paz y Trabajo», más adelante continuaría en la revista «De Re Indica». Salas entablaría amistad con anarquistas como José Ingenieros. No obstante, nunca se declaró abiertamente como «anarquista».17

El villacurano Rafael Bolívar Coronado, letrista de la famosa canción «Alma llanera», colaboró con su pluma con el movimiento libertario de Cataluña. «Alma llanera», conocida hoy en día como el segundo himno nacional de Venezuela, tuvo un gran impacto que hizo que el propio dictador Juan Vicente Gómez le otorgara una beca a Bolívar Coronado para estudiar en España. Al momento de zarpar el buque corrió a la cubierta y gritó: «¡Muera Gómez, el tirano!» y declaró: «Soy anarquista, bolchevique y… racista».24​ Más tarde diría sobre el Alma llanera: «De todos mis adefesios es la letra de Alma llanera del que más me arrepiento».25

El 3 de julio de 1918 ocurrió lo que Julio Godio denominó «la primera huelga industrial de Venezuela» la cual involucró a los talleres de Aroa así como al personal de tránsito del ferrocarril de la The Bolivar Railway Company Limited donde participó como dirigente de la misma el anarquista italiano Vincenzo Cusatti. Aunque fue derrotada esta huelga, dejó su marca en el movimiento sindical venezolano.26

De acuerdo con Rodolfo Quintero, predominaban hacia 1931 tendencias anarquistas en el sindicato petrolero clandestino Sociedad de Auxilio Mutuo de Obreros Petroleros (SAMOP) en el cual existían algunos trabajadores estadounidenses afiliados a la Industrial Workers of the World.26​ No obstante, esta no fue una organización anarquista, sobre todo tomando en cuenta que su principal animador, Rodolfo Quintero, era marxista.27

Después del fin del régimen de Gómez, y con el crecimiento de nuevos movimientos políticos en Venezuela, muchos radicales con inclinación libertaria fueron absorbidos por o ayudaron a encontrar organizaciones no anarquistas, como en el caso de Pío Tamayo. Como Tamayo, algunos se unieron al Partido Comunista de Venezuela. Otros estaban entre los fundadores de Acción Democrática en 1941. Entre 1936 y 1945, la represión antianarquista tuvo una base constitucional, en la forma de la Ley Lara.

El artista, antimilitarista y anarquista venezolano Mattia Léoni (nacido en Puerto Cabello en 1897) se uniría desde muy joven junto con su hermano Léonidas al movimiento libertario de Toscana, (Italia), lugar donde se formó como escultor en la Escuela de Bellas Artes de Carrara, (Italia). Durante la Primera Guerra Mundial ambos hermanos logran exiliarse en Francia y se unen a La Ruche de París, Isla de Francia, (Francia), una escuela libertaria. Mattia Léoni fallecería en 1985 en París, Isla de Francia, (Francia).28

Segunda mitad del siglo xx.

Después de la guerra civil española, muchos anarquistas exiliados llegaron a Venezuela, encontrando un clima político muy diferente de aquel de la España de entreguerras. Esta segunda ola de inmigrantes europeos anarquistas causó el recrecimiento de la pequeña escena libertaria, principalmente a través de la fundación de la Federación Obrera Regional Venezolana (FORVE) en 1958, después de diez años de dictadura militar. La FORVE estuvo afiliada con la Asociación Internacional de los Trabajadores, un movimiento anarcosindicalista global fundado en 1922.29​ Se formaron algunos grupos menores adicionales y se publicaron diarios, panfletos y libros, pero pocos de estos dejaron el ambiente inmigrante español.

Entre los anarquistas españoles exiliados estaba Concha Liaño, fundadora de la organización Mujeres Libres. Vivió en Venezuela desde 1958 hasta su muerte en 2014. Liaño afirmaría que «[Hugo] Chávez es un enviado de Dios».30​ Otro anarquista español fue Antonio Serrano (1919-2008), fundador del periódico anarquista venezolano «El Libertario».31​ También hizo vida en Venezuela el escritor anarquista español Víctor García , pseudónimo de Tomas Germinal Gracia Ibars.32​ Años más tarde, cuando los veteranos envejecidos de la guerra civil española disminuyeron en importancia, pocos movimientos se asociarían con la etiqueta anarquista.

En 1968 es electo Rafael Caldera como presidente de Venezuela. Este inicia una política de «pacificación» para los grupos armados de izquierda de Venezuela. Esto generó una serie de cambios en la izquierda venezolana. Algunos decidieron hacer vida política dentro del esquema estatal venezolano. Alrededor de ese año, en parte por críticas sobre ciertas posiciones autoritarias del Partido Comunista de Venezuela, se escinden de este partido el Movimiento al Socialismo (1971), la Causa R (1971) y el Partido de la Revolución Venezolana (1966).33

Aunque no exactamente es un anarquista, el exguerrillero Douglas Bravo, fundador del Partido de la Revolución Venezolana, plantea el «modelo de la convivencialidad», «donde las fuerzas armadas no es el centro del poder, ni tampoco el partido es el centro del poder, sino la organización social nueva va a estar regidas por las comunidades organizadas»; y explica que «lo que pasa es que para que exista el Estado, el Estado desconyunta la comunidad, le quita las facultades soberanas a la comunidad. Cuando la comunidad asume sus facultades propias, soberanas, democráticas, y más que democráticas, convivenciales, no hay necesidad de partido, no hay necesidad de Estado, no hay necesidad de policía».34

Por su parte el también exguerrillero Alfredo Maneiro, fundador de la Causa R, criticó el estatismo aunque sin renunciar a los partidos, sin embargo decía que el partido para no burocratizarse debía moverse con las luchas sociales de base, además de que se debía concretar una democracia radical y rechazaba el partenalismo estatal como el representado por el salario mínimo que en su opinión deterioraba «la capacidad de regateo sindical y la lucha obrera».35

Desde una visión de un socialismo de mercado, Teodoro Petkoff, fundador del Movimiento al Socialismo, afirmó que los marxistas en Venezuela deben asumir posiciones que disminuyan el papel del Estado en la economía para favorecer el desarrollo de las fuerzas productivas con el objeto de romper con el capitalismo de Estado que las asfixia, y aseguró desde una proposición marxista que «las sociedades comienzan a cambiar cuando el desarrollo de sus fuerzas productivas chocan con las relaciones de producción. Ahí es cuando se producen los instantes de cambio social».34

Ante el fracaso de la lucha armada en Venezuela, líderes importantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria como Domingo Alberto Rangel y Simón Sáez Mérida empiezan un proceso de radicalización. El primero se convirtió en promotor del abstencionismo mientras que editó la revista «Al Margen».33​ Más adelante simpatizarían con el anarquismo.

Alguna influencia libertaria se vio entre los estudiantes en la Renovación Universitaria de 1968-1970, parte de las protestas de 1968. En este se producen ocupaciones de facultades, asambleas, manifestaciones, grafitis, volantes, publicaciones en la prensa y enfrentamientos callejeros contra las fuerzas policiales. Durante ese tiempo se reivindica una transformación de las universidades cuestionando los pénsum de estudio vigentes, a los partidos políticos enquistados dentro de las universidades (incluidos los de izquierda), al sistema de evaluaciones tradicional y se defiende mayor democratización participativa de los centros de estudios contando para ello con una masiva participación de estudiantes, profesores y empleados. Este movimiento es frenado sobre todo con la Operación Canguro el 31 de octubre de 1969, donde Rafael Caldera allana e interviene con el ejército a la Universidad Central de Venezuela. A los 19 días también es allanada la Universidad de Los Andes en Mérida.36

Por otra parte, algunos políticos de orientación libertaria sobre todo de inspiracion anarcosindicalista hispanica como Francisco Olivo, Pedro Bernardo Pérez Salinas y Salom Mesa militaron en el partido Acción Democrática cuanto este tenía una inclinación más popular. Esto propició a que anarquistas españoles exiliados tras el triunfo del franquismo adhirieran a este partido.37​ Por su parte, Salom Mesa, después de militar en los partidos Acción Democrática y en el Movimiento Electoral del Pueblo e incluso llegando a ser diputado en el Congreso de la República en varias oportunidades, optaría por subscribir al anarquismo y rechazar la «acción política».38

Por los años ochenta surgieron varias iniciativas libertarias donde el Colectivo Autogestionario Libertario (CAL) fue el más visible. También emergieron dos periódicos emergieron: «El Libertario» (publicado por CAl, 1985-1987)«Correo A»(publicado entre 1987-1995). Algunos jóvenes fueron atraídos a través del anarcopunk. El colectivo editorial anarquista cubano Guángara tuvo corresponsales en Venezuela por 1985.

Ángel Cappelletti, anarquista argentino que trabajó por muchos años en Venezuela
Ángel Cappelletti, anarquista argentino que trabajó por muchos años en Venezuela

Debido a las dictaduras del Cono Sur, algunos militantes libertarios se exiliaron en Venezuela y difundieron la doctrina libertaria.37​ Entre ellos el filósofo anarquista argentino y profesor universitario Ángel Cappelletti (1927–1995) quien trabajó en Venezuela por 26 años, hasta su retiro en 1994.39

Actualidad.

En 1995 reapareció el periódico «El Libertario», publicado por un grupo que se denominó hasta 2007 como Comisión de Relaciones Anarquistas (CRA), actualmente Colectivo Editor.40​ El Libertario se opone al chavismo y la Revolución bolivariana del expresidente Hugo Chávez, el Movimiento Quinta República, y su sucesor el Partido Socialista Unido de Venezuela. El grupo se ve a sí mismo implicado en un «lucha tripolar» contra el gobierno chavista y el movimiento de oposición respaldado por Estados Unidos. «El Libertario» publica cinco ediciones anuales.40

Otros grupos menores que existen o han existido, tales como el CESL en Caracas, el CEA en Mérida, y el Ateneo La Libertaria, primero activo en Biscucuy y luego en el área rural al suroeste de Lara.

En enero 2006 se organizó el Foro Social Alternativo en Caracas, y la Cruz Negra Anarquista ha estado algo activa en el país.

Desde 2010 han surgido distintas iniciativas como el Colectivo Zona de Libertad, el Centro Social Sabino Romero, la Biblioteca Móvil Zona Temporalmente Autónoma, el Movimiento Universitario Pedagógico de Estudiantes Libertarios (MUPEL), el grupo Anarkismo Guacareño, el colectivo ARDA y la Biblioteca Móvil La Soledad.41

En 2011, se formó la Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela (FARV). A diferencia del CRA y «El Libertario», el grupo tomó posiciones prochavistas, declarando que apoyaba el «proceso bolivariano críticamente como militantes radicales de la revolución social». Sus ideas y principios estuvieron «basados en el tendencia especifista dentro del comunismo libertario».42

En sus últimos años, el marxista de larga trayectoria Domingo Alberto Rangel colaboraría con el periódico anarquista«El Libertario»,43​ y en una entrevista en 2011 afirmó que «el nuevo paradigma es el anarquismo».44

El diputado por el partido Primero JusticiaMiguel Pizarro Rodríguez durante su adolescencia era un anarquista que «se movía entre lecturas de Bakunin y Kropotkin».45​ Como estudiante de bachillerato sería fundador de Ni Casco Ni Uniforme, un movimiento antimilitarista opuesto a la imposición por parte del gobierno de turno de implementar Instrucción Premilitar en la educación media. Este hecho lo llevaría a ser expulsado de la institución donde estudiaba.46

En octubre 2013, el sucesor de Chávez, el presidente Nicolás Maduro, acusó a trabajadores sindicalistas de la compañía de acero SIDOR de estar detrás de un desempleo regional, denunciándolos como «populistas anarcosindicalistas».47

En 2015 se fundó el Movimiento Libertario de Venezuela, una organización libertaria de mercado que incluye anarquistas de libre mercado y minarquistas.48

Referencias.

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  4. Capelletti, Ángel; Rama, Carlos M. (1990). El anarquismo en América LatinaCaracas: Biblioteca Ayacucho. p. 149. ISBN980-276-116-8.
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  13. Montes de Oca, Rodolfo (2016). Contracorriente. Historia del movimiento anarquista en Venezuela (1811-1998) (1era. edición). Madrid: LaMalatesta. pp. 49-50. ISBN978-84-941712-0-8.
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Para Una Historia del Anarquismo en Venezuela

Serrano González

Pese a ser reconocida Venezuela como tierra de libertadores, las ideas anarquistas no tuvieron en nuestro suelo asiento y desarrollo, y ello ha sido por una razón socio-económica. Venezuela era un país agrícola-pecuario poco desarrollado dentro de nuestro medio productivo. Una fuerte implantación de zonas palúdicas que obligaban al campesinado a vivir muchos meses del año dentro de un chinchorro curando su fiebre, La carencia de industrias, hacía que los pueblos emigrantes de Europa buscasen los caminos de Argentina, Brasil, México y hasta de Cuba; sólo algunos pequeños grupos de isleños canarios llegaron a estas costas, como ya hacían desde la época colonial.

Y pese a ello, en época tan temprana como 1811, cuando la Sociedad Patriótica discutía la forma a dar a la república, en sesión presidida por Francisco De Miranda y con asistencia de Bolívar, en momentos que Antonio Muñoz Tébar pronunciaba un discurso abogando por la forma conservadora y centralista, Coto Paúl le usurpa la palabra y dirá:

“! ¡La Anarquía! Esa es la libertad, cuando para huir de la tiranía desata el cinto y desnuda la cabellera ondosa. ­La Anarquía! Cuando los dioses de los débiles, la desconfianza y el pavor la maldicen, yo caigo de rodillas a su presencia. Señores: ¡que la anarquía, con la antorcha de las furias en la mano, nos guíe al Congreso para que su humo embriague a los facciosos del orden, y le sigan por calles y plazas, gritando ­Libertad!». (1)

Cuando Coto Paúl se expresa con toda la ampulosidad propia de la época, Proudhon, llamado el padre de la anarquía, tenía sólo un año, y Bakunin nacería cuatro años más tarde. Es de suponer que Coto Paúl había leído el libro del precursor libertario inglés William Godwin, «Investigación acerca de la Justicia Política», para expresar tan clara identificación con el sentido que ha tomado con posterioridad la palabra anarquía.

Pasaran años hasta que otro aldabonazo suene. Para 1884, en Valencia se funda una Sociedad Cooperativa que reconoce sus simpatías hacia Owen, Fourier, Cabet y Proudhon. Esta cooperativa publicó un folleto acerca de la emancipación de los trabajadores, que ya había sido publicado en las Islas Canarias, (España) (2).

De forma similar debieron llegar acuerdos tomados por la Internacional Socialista, ya que algunas organizaciones obreras toman medidas en 1892 para luchar por la jornada de las 8 horas. En el periódico EL FONOGRAFO de Maracaibo, hay un artículo de una pluma anarquista, que dice: «Los socialistas, partidarios de las diputaciones, o parlamentos y ayuntamientos, sostienen que el único modo de alcanzar la jornada de ocho horas era el legal; esto es, arrancárselo a los poderes públicos. Nosotros, que sabemos perfectamente que la misión del Estado no es otra que la de guardar y hacer guardar los intereses de la clase que representa, combatimos la antinomia y obramos resueltamente por la vía revolucionaria.» (3)

Alguien muy respetado por su rigor como cronista del movimiento obrero venezolano, Bernardo Pérez Salinas, nos dice: «Huyendo de la represión desatada, llegaron a la zona del Mar caribe grupos de anarcosindicalistas y socialistas españoles que trataban de establecerse en estos países» (4). Al respecto, Rodolfo Quintero agrega: «En más de una ocasión me reuní con algunos de estos anarcosindicalistas. Los gremios de panaderos, tranviarios, telefónicos y otros organismos denominados de ‘mutuos auxilios’, fueron seriamente infiltrados por las ideas de Proudhon y Bakunin« (5). Es de suponer que, si aquellos gremios fueron «infiltrados» por los anarcosindicalistas, fue porque los razonamientos y la argumentación ofrecida por ellos era la interpretación exacta y objetiva de la realidad sociológica venezolana.

Más adelante y en el mismo texto, Quintero apunta: «La primera gente extranjera que llegó eran anarcosindicalistas, le metían a uno a Bakunin mas que a Marx por los ojos, porque eran italianos y españoles, que eran los dos sitios de Europa donde el anarcosindicalismo llegó a tener más fuerzas. Eran individuos peleadores, que no querían conciliación de clases. Los anarquistas decían inclusive que los marxistas eran gente de conciliación [la historia lo ha demostrado, añado yo]; luchaban contra el Estado. Dejaron una siembra que yo diría positiva en un noventa por ciento, porque formó los primeros cuadros sindicales aquí.» (5)

Posteriormente a la Guerra Civil Española, son muchos los anarquistas ibéricos que han vivido en Venezuela, pero todos tenían la vista puesta en la península, nunca pensaron en hacer una organización para propagar sus ideas en tierra venezolana. A principios de los años 80 se logró conformar un pequeño núcleo con compañeros provenientes de diversos países y algunos criollos, que logró poner a circular un periódico, «EL LIBERTARIO», que sobrevivió por cinco números.

A partir de allí ha habido diversos esfuerzos editoriales y de organización, pero se ha hecho muy difícil insertarse en los gremios obreros, pues ninguno de los que hoy habla como anarquista es obrero; ahí está quizás la razón de que el movimiento anarquista local apenas se exprese hoy en iniciativas limitadas, como la que llevan el pequeño grupo de jóvenes con algún viejo que publican este nuevo «EL LIBERTARIO», que, de tarde en tarde, pero con insistencia se pone a la venta. Nos guía el interés de dar a conocer las ideas, con las armas de lucha del verbo y la pluma, aun sabiendo que la sociedad actual con todo y los desequilibrios que carga, no está propensa a abrirse a las ideas de transformación radical. La caída de aquellos regímenes llamados de «socialismo real», que de socialismo verdadero poco tenían, ha roto en mucha gente las ilusiones que pudieran surgir de ir a la búsqueda de un mundo mejor. Pero a más o menos tardar, todas las contradicciones del sistema social que nos proponen desde el neoliberalismo le llevarán a la quiebra, y entonces la gente comprenderá e reiniciará esa búsqueda, allí estaremos.

Notas

1) J. V. González: Biografía de José Félix Ribas, pag. 62; Edit. Villegas; Caracas.

2) Fermín Lares: El Movimiento Sindical y la Lucha Política en Venezuela, Edit. Monte Avila.

3) Idém, p. 14.

4) P. B. Pérez Salinas, en Idém, p. 17.

5) Rodolfo Quimtero en Loc. Cit.

 

Sobre los inicios de la acción anarquista y anarcosindicalista en enezuela

* Lo que sigue es un fragmento del recién publicado libro Contracorriente. Historia del Movimiento Anarquista en Venezuela (1811-1998), Madrid, LaMalatesta-El Libertario, 2016. Aquí el autor narra algunos datos de interés sobre los primeros esfuerzos por echar a andar el ideal ácrata en suelo venezolano en las dífíciles condiciones que imperaban en Venezuela hacia comienzos de la década de 1920, bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez.

En Caracas germina la idea

La segunda corriente se encuentra radicada en la ciudad de Caracas, que es el ámbito de mayor militancia, donde el colorante lo da la influencia española. El vocero de sus ideas es el periódico El Obrero, dirigido por Luis Armando García, Rafael Villasana y Emilio Lovera; su gerente y dueño Cándido De Armas. Sale diariamente entre 1919 y 1920; Luis Amitesarove, Medardo Medina, Gustavo Parodi figuran como colaboradores nacionales, y José Jerique lo es desde Madrid. La ocupación del Ruhr en Alemania, el fascismo en Italia y los peligros de una guerra europea parecen constituir los temas internacionales de mayor preocupación. La Revolución de Octubre de 1917 es un acontecimiento que se sigue con simpatía. Pero las discusiones entre el sindicalismo revolucionario soreliano(155)  y las concepciones específicas del anarquismo los presentan en vías contradictorias.

De vital importancia fue el periódico El Obrero, en la organización de los primeros sindicatos de las líneas ferroviarias. Como secuela de la huelga en la Bolívar Railway Company y su impacto en la organización obrera de Venezuela. [Se refiere a la huelga del ferrocarril de Aroa, ocurida en 1918, considerada la primera huelga «moderna» en Venezuela, donde fue evidente la influencia y presencia anarcosindicalista.]

En la militancia propiamente sindical se encuentran otros luchadores anarquistas. En el gremio de profesionales de artes gráficas aparecen Juan C. Cignoni, Carlos Moreno, A.R. Risquez Blanco y Adolfo Montero; en la Asociación General del Trabajo están Ezequiel Marín y Rafael Oyarzabal; en los portuarios Francisco González Blanco y Ladislao Yañez; en los zapateros José Tostón, Pérez Padilla, Nicasio Páez y Carlos Graner.

Leonardo Rodríguez, historiador de la clase obrera durante la época de Gómez, escribió:

“Los anarquistas, sindicalistas revolucionarios, gremialistas y socialistas son los activistas de la Confederación del Trabajo de Venezuela (CTV). A través de sus charlas y artículos en El Obrero, las referidas corrientes ideológicas enfrentan a los socialistas desechando la lucha política y planteando la huelga general como medio revolucionario fundamental. Sin embargo la CTV después de 1922 entrará en un período de muerte por los efectos de la represión dictatorial hasta que en 1936 es revivida”.(156)

Celestino Mata hace referencia al zapatero José Tostón: “El zapatero José Tostón, cojo y socialista, fundaba el Gremio de Zapateros, dándose a la tarea de editar un periodiquito. Lanza su primera huelga contra la Casa Boccardo y la gana”.(157)

La Huelga contra la Casa Boccardo se llevó a cabo el 16 de Julio de 1919 con un rápido triunfo para los huelguistas encabezados por José Tostón. La Casa Boccardo fue la industria zapatera más importante en Venezuela. Sobre su importancia dentro de la sociedad venezolana, el historiador Gerardo Lucas escribirá:

“La firma J.Boccardo y Cia. para 1899 era la mayor y más vieja empresa en la industria del calzado en el país. Fue fundada en el año 1860 por el Sr. Geronimo Astengo, quien se separó en 1877, quedando el negocio bajo la razón social de A. Delfino S. y Cia. En 1860 (en la Guiara) tenía 40 operarios; hoy (1898) viven de sus talleres 4000 individuos que laboran diariamente de 6 a 700 pares de calzados y 100 docenas de alpargatas, todas hecho a mano. A la firma de Boccardo y Cia. pertenecieron los siguientes establecimientos: Caracas- ¨Fabrica de calzado, alpargatas y artículos de tabaquería¨; La Guaira- ¨Fabrica de calzados y alpargatas. Detal de Calzado y talabartería¨; Ciudad Bolivar-¨Mayor y detal de todos los artículos¨. En París tenían una casa de comisión, lo cual nos indica la importancia y expansión de dicha firma”.(158)

Sobre la influencia de los anarquistas dentro del gremio zapatero y de la futura casta de dirigentes sindicales, Rodolfo Quintero, comenta:

“Hubo grandes luchas entre los zapateros. Aquí las zapaterías más importantes, por la concentración de trabajadores, eran Benacerraf y Boccardo. Y allí hubo huelgas grandes y luchas verdaderamente clasistas. Se destacaron y formaron en esa época, dirigentes que murieron recientemente o han llegado hasta nuestros días. González Navarro (presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela) fue formado en Benacerraf. Yo lo conocí allí como zapatero raso. Augusto Malavé Villalba, el cojo Malavé (fundador del movimiento obrero del partido Acción Democrática), que murió, era zapatero remendón. Trabajaba en una banca, que llamaban, metiéndole clavos a los tacones; era un obrero raso. Toda esa gente, al coger camino de un partido político como Acción Democrática se transformó y llegaron a ser diputados y otras cosas. Gente que en esa época fueron iniciadores del movimiento de zapateros. Había también mucho español. Había por ejemplo, un personaje español llamado Antón, que fue famoso; español, anarco-sindicalista, que trabajó mucho con los zapateros y que prácticamente, fue el maestro de los primeros dirigentes aquí.” (159)

Fernando Key Sánchez, uno de los fundadores del Partido Comunista de Venezuela, en un texto, mencionará a José Tostón y otros anarquistas de la siguiente manera:

“La del movimiento obrero artesanal que, a pesar de la dictadura de Gómez, tenía cierto nivel de desarrollo y que tenía dirigentes importantes, principalmente españoles, venidos del anarco-sindicalismo español como José Tostón, Claudio Hernández, Ramos Abad y otros”(160).

Tiempo después Claudio Hernández y Ramos Abad se unirían al Partido Comunista de Venezuela, participando activamente en su consolidación y en la Primera Conferencia Nacional del Partido celebrada el 8 de agosto de 1937.

En una entrevista hecha por el periódico Compañero a un viejo dirigente sindical venezolano, también se aportan otros antecedentes de la influencia anarquista:

“En este país no había mano de obra calificada y ya en este siglo, cuando Juan Vicente Gómez se fue a Maracay y empezó hacer construcciones empezó a venirse una gran cantidad de obreros italianos y españoles, en una época que abunda en el anarquismo. Con esta gente que contrató Gómez se vino una gran cantidad de anarquistas, quienes sembraron aquí la idea de la lucha obrera… Yo recuerdo, ya para los años 27 y 28, época de las luchas estudiantiles, que todavía existían muchos anarcosindicalistas. Ellos, subestimaban el partido político y le daban fundamentalmente importancia al sindicato. Consideraban que el sindicato era la fuerza definitiva para la transformación de la sociedad y que la revolución tenía que fundamentarse en una huelga general que desquiciaría la actual sociedad y que necesariamente convertiría a la clase obrera en el elemento determinante de la dinámica social. Ellos predicaban esto e impulsaron organizaciones de las más antiguas, como la de zapateros, albañiles y algunos grupos gráficos que nacieron bajo el signo anarcosindicalista. Recuerdo que existía un compañero que se llamaba Antón, que era zapatero, que se reunía clandestinamente con quienes estábamos ligados al movimiento obrero. Con él aprendimos las primeras nociones de lo que era un sindicato y del cual era la finalidad del sindicato. Los anarcosindicalistas fueron los que enseñaron a los intelectuales las primeras cosas referentes a los sindicatos.”(161)

En otro texto el antropólogo Rodolfo Quintero escribirá sobre Antón:

“Existía un viejo luchador europeo que llamábamos Antón, lo conocíamos como Antón; recuerdo perfectamente que ese era el dueño absoluto, llamésmolo así, el líder máximo, del sindicato de zapateros e influía desde el punto de vista del anarquismo a este grupo.”(162)

Sobre la presencia anarquista en el gremio de zapateros, la historiadora Silvia Mijares escribió:

“Por otra parte llegan al país, como emigrantes de Europa, cierto número de artesanos anarco-sindicalistas que influyeron en la formación de algunos gremios como el de albañiles, zapateros, etc.”(163)

Notas:

155 Soreliano es una forma de encajar en una denominación a los simpatizantes del escritor francés George Sorel (1847-1922) partidario del Sindicalismo Revolucionario y cercano en algunos posicionamientos al anarquismo, su obra fue difundida y comentado en círculos anarquistas franceses, sobre todo en el cenáculo de Romainville de donde saldrá la trágica Banda Bonnot…

156 RODRÍGUEZ, Leonardo (1988). La clase obrera en el tiempo de Gómez 1908-1935. Publicaciones El Pueblo.

157 MATA, Celestino (1985). Historia Sindical de Venezuela. Editores Urbina y Fuente asociados. Caracas, Venezuela.

158 LUCA, Gerardo (1998). La Industrialización Pionera en Venezuela (1820-1936). Universidad Católica Andrés Bello. p.110.

159 LARES, Fermín. El movimiento sindical y la lucha política en Venezuela 1936-59. Monte Ávila e Instituto Nacional de Altos Estudios Sindicales, INAESINO.

160 V.V.A.A (1984). Pío Tamayo. Un combate por la vida. Ediciones UCV.

161 Compañero. Nº 2, mayo 1976.

162 FARIAS, Eduardo (1990). 1928. Responden los protagonistas. Fondo Editorial Tropykos. Caracas, Venezuela.

163 MIJARES, Silvia (1980). Organizaciones Políticas de 1936, su importancia en la socialización política del venezolano. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, Venezuela.

Rodolfo Montes de Oca

Fuente: http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2016/12/sobre-los-inicios-de-la-accion.html

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