LISTADO DE RELATOS GUERRILLEROS, LUCHADORES ANARQUISTAS DURANTE EL FRANQUISMO

Armas pal pueblo

Imanol

Una vez mas, la realidad supera ampliamente a la ficción, ¿que de qué estoy hablando?, pues empezar diciendo, que los ingredientes de este coktail son, la columna Durruti, la liberación de París, la 9ª compañía del general Leclerc y el maquis libertario. ¿Como se come esto?

  Vamos poco a poco, volvamos al año 39, al exilio forzado de cientos de miles de españoles, entre ellos, la 26 división, antigua columna Durruti. Muchos de ellos son forzados a elegir entre ser alistados a la legión extranjera francesa, o ser devueltos a Franco, muchos se alistan al cuerpo africano.

  Demos un salto adelante, hasta agosto de 1944, cuando la 2ª división blindada del general Leclerc, despues de luchar en los frentes de África, y desembarcar en Normandía, con la 9ª compañía en cabeza, «la de los españoles», entra en la capital francesa, liberándola, y allí es donde se encuentran viejos compañeros de la columna Durruti, unos, a lomos de los blindados de Leclerc, otros, parapetados en las barricadas parisinas combatiendo junto a la resistencia.

  Una vez llegados a este punto, presentaremos a algunos de nuestros protagonistas, por parte de la 9ª, nos centraremos en el sargento Bullosa, y el oficial Miguel Campos, por parte de los maquisards, están Joaquín Blesa, Manuel Huet,, quien había sido encargado de la antena marítima de la red de evasión Ponzán, Liberto Ros y algunos mas.

Tras algunas reuniones, Campos les hace la siguiente proposición, si los guerrilleros le designan a media docena de compañeros, él se encarga de incorporarlos a la unidad, con el fin de recuperar el mayor número de armamento posible y esconderlo, o irlo enviando a la retaguardia. Así, que cuando la división se pone de nuevo en marcha, esta vez hacia los bosques de Alsacia, la 9ª tiene un blindado extra, al que bautizan como Kánguro y seis soldados nuevos, eso si, siempre colocados en retaguardia.

Miguel Campos
Miguel Campos

Y así, durante ocho semanas, seis soldados clandestinos se dedican a recoger ametralladoras, fusiles ametralladores, armas cortas y sus respectivas municiones, y a irlas enterrando, o a enviarlas hacia París en vehículos cargados hasta los topes, de los que sabemos se hacen al menos tres envíos, mientras los oficiales miran «hacia otro lado».  

A lo largo de los dos meses, alguna vez les toca entrar en combate, incluso una vez están a punto de ser mencionados para ser condecorados, lo que les hubiera ocasionado un buen embrollo, otra de las anécdotas es, que como llevan tantas armas almacenadas en el suelo del blindado, sus tripulantes tienen que asomar mas de medio cuerpo por encima del vehículo, lo que ocasiona comentarios del tipo «que valientes son estos españoles», y es que muchas veces, las apariencias engañan.   

 Como colofón,y tras la vuelta por parejas de los seis clandestinos a París, solo decir, que parte de las armas que quedan bajo la tutela d la CNT en el exilio, serán utilizadas por los grupos de acción, sobre todo en las calles de Barcelona durante los siguientes años.  

Manuel Huet "el murciano"
Manuel Huet «el murciano»

                                                                                     

Fuentes:   Republicanos españoles en la segunda guerra mundial (Pons Prades) 

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