Este grupo esta dirigido por Antonio Manchón Jiménez “el Carbonero”, natural de Nerpio, provincia de Albacete, pero será por tierras almerienses donde se dará a conocer. Junto a él, encontramos a Melchor Alonso Mellado “el Espailla”, ambos hombres se fugan del castillo –cárcel de Cuevas de la Almanzora para echarse al monte. Junto a ellos, Antonio Carmona García“el Gibao”, Amador Belber Baenas“el Veneno”, “el Chofer”, Antonio López López “el Barbero”, Francisco Sánchez Tomillero y “el Chimeneas”. Hay otros dos integrantes, Cayetano Sola y Gaspar Martínez, que serán utilizados por la guardia civil como topos y que para saldar sus cuentas con la justicia se introducirán en la banda con el objetivo de desmontarla.
La mayoría de los integrantes de la partida son libertarios y este es uno de los grupos al que varios historiadores definen mas como bandoleros o expropiadores que como guerrilleros, personalmente, opino que se tienen que echar al monte por su pasado, vaya, que son de izquierdas y pobres, y en caso de que se presenten a las autoridades pues ya saben lo que les espera. No son muy diferentes a muchos campesinos de los que irán pasando por las diferentes agrupaciones guerrilleras en los años posteriores y que si podrán disfrutar de ser considerados “guerrilleros”.
La partida tendrá como base la Sierra de los Filabres y desde allí actuaran básicamente en las zonas de Albox, Zurgena, Oria, Cullar y más al sur, por Gergal y Tabernas.
Las acciones del grupo del Carbonero se extienden entre primavera de 1940, cuando él y “el Espailla” se evaden de la cárcel, hasta finales de 1941, pues el 15 de septiembre de dicho año, mueren tres miembros del grupo en el cortijo Lorrán y el 8 de noviembre siguiente es abatido “el Carbonero” en la majada de las Masegosas.
Entre sus ires y venires, sabemos, que las primeras armas que obtienen, son gracias a la familia del Carbonero, un fusil, una pistola y un revolver del 9, con sus respectivas municiones. Que poco después, debe ser como verano de 1940, aún por las cercanías de Cuevas de la Almanzora, un guardia jurado les pedirá la documentación, siendo este encañonado y perdiendo la tercerola en el trance, que pasará a aumentar las armas del grupo. Sabemos también que aprovechan los martes, día de mercado en Albox, para empezar con sus golpes económicos en las zonas cercanas y que esto acaba provocando numerosas batidas por parte de la guardia civil y del somatén de Albox.
Después se mudaron hacia la ruta del estraperlo y desde la Terrera Alcaina, siguieron realizando una multitud de pequeños atracos, el 17 de julio del 41 interrumpen una fiesta de gente importante a tiro limpio, pero descubren que en la fiesta hay varios civilones y tienen que huir dejando entre los asistentes algunos heridos leves.
Dan algún golpe en la Venta La Cueva y ya por esta época es cuando la guardia civil infiltra a Cayetano Sola y Gaspar Martínez en la banda. Primero realizan algunos atracos por su cuenta, después contactan con la banda y resultan aceptados. La banda va creciendo en número y las acciones también, un día de septiembre, varios miembros del grupo se encuentran en un baile en El Contador y deciden coger varios rehenes, después se dirigen hacia el cortijo Lorrán, pues entre los secuestrados esta el dueño del cortijo y algún familiar suyo, este es el momento que aprovechan los topos para avisar a la guardia civil, que prepara un fuerte dispositivo, pide la ayuda de falangistas y somatenistas y rodea el edificio. Las consecuencias serán la muerte de “el Espailla”, “el Veneno” y “el Gibao”, muriendo también el guardia Emiliano Leitón. Pocos días después, los civilones localizan a “Barbero” y a Francisco Sánchez Tomillero, nuevo en la partida, en el cortijo «del Estanquero» resultando ambos muertos tras el enfrentamiento. Los dos topos desaparecen de la región en pago a los servicios prestados.
El último acto de esta historia se escribe poco después, el 7 de noviembre, los beneméritos reciben la información de que “el Carbonero” está en la cueva de las Masegosas, en compañía de la hija del pastor del término. Los rodean, estalla el tiroteo, y como no salen, la guardia civil decide meter unas granadas por la chimenea, el resultado, Antonio sale disparando malherido y cae acribillado, dentro de la cueva, aparece el cuerpo moribundo de Isabel Navarro Sánchez, quien morirá por los efectos de la metralla pocas horas después. El cuerpo de “el Carbonero” será trasladado y expuesto en las poblaciones de El Contador y Cúllar durante bastantes horas para propagar la noticia: “Por fin, esta muerto”.


Fuentes: “El Carbonero” vida y andanzas. (Damián Alonso), Los emboscados. Baza años 40. (Sebastián Manuel Gallego Morales), Diario de “el Espailla” y http://losdelasierra.info/