HISTORIA DE LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABAJADORES (AIT)

Movimiento obrero

revuelta de Haymarket
revuelta de Haymarket
El movimiento de los trabajadores es un movimiento político en el que los trabajadores asalariados se asocian, «temporal o permanentemente, con fines profesionales o también políticos, pero siempre en función de su naturaleza obrera», es decir, de su condición de «persona que vende su fuerza de trabajo a otra, llamada capitalista, que posee los medios de producción y que es también dueña de los bienes producidos».1

Orígenes del movimiento obrero.

Los tejedores ingleses, antiguos artesanos, se organizaron en cofradías o hermandades que tomaban el modelo de los gremios medievales. Estas cofradías agrupaban a los trabajadores que se asociaban para ayudarse mutuamente. Aunque este movimiento no cuestionaba la industrialización, sino que reclamaba mejoras en las condiciones laborales, las primeras manifestaciones del movimiento obrero se plasmaron en el ludismo: la destrucción de máquinas, a las cuales se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano.

La primera forma organizativa del movimiento obrero recibe el nombre de societarismo, ya que se basó en la formación de sociedades obreras de dos tipos: las sociedades de ayuda mutua y las sociedades de resistencia, así llamadas porque su finalidad era «resistir» al capitalismo.

La reacción del gobierno inglés fue prohibir cualquier tipo de asociación obrera (Combination Acts). Parte de la historia del movimiento obrero ha estado marcada por la persecución y la clandestinidad.

En los primeros decenios de la industrialización se produjo una degradación de las condiciones de vida de los trabajadores:

  • Aumento de la jornada laboral.
  • Pérdida salarial.
  • Generalización del trabajo infantil y femenino.
  • Negación ante la ayuda económica para enfermedades, paro forzoso o vejez.

Por todo esto se crearon los sindicatos en los que se reunía la gente trabajadora de un mismo oficio para defender sus reivindicaciones mediante huelgas. Constituían sociedades de ayuda mutua, las cuales disponían de cajas comunes con capital proveniente de las cuotas de los asociados.

En 1834 se formó la Great Trade Union (unión de sindicatos de oficios) en las que las cuotas de afiliación para posibles nuevos socios eran demasiado elevadas.

El sindicalismo británico optó, en sus orígenes, por las reivindicaciones económicas, sin adherirse a ideales políticos revolucionarios.

Durante las décadas de 1830 y 1840 se fundaron asociaciones obreras en los países del continente europeo, entre los que se encontraban Alemania, Francia, España y Bélgica.

Este movimiento obrero se manifestó en la mayoría de países industrializados mediante otras organizaciones, ej: cooperativas.

En los años 1838 y 1848, el movimiento obrero británico pasó a la acción política utilizando el cartismo (consistió en un movimiento en Inglaterra que trató de presionar al parlamento mediante la recogida de firmas en apoyo a determinadas cartas donde se reivindicaban ciertos derechos. En una de ellas, concretamente en el año 1838, se definía un programa democrático basado en el sufragio universal masculino). El cartismo organizó huelgas, pero el movimiento fracasó a causa de la represión, de las divisiones internas y la derrota de la revolución de 1848 en Europa.

Más tarde entre 1850 y 1880, se produce el surgimiento de los modernos Estados nacionales e industrializados como Italia, Alemania y Francia. Dentro de esta época se producen las más importantes características de segunda mitad del siglo XIX en cuanto al movimiento obrero: en primer lugar surge el socialismo científico de Marx y Engels, dando así el fundamento teórico necesario en momentos donde surgen los Parlamentos modernos en los distintos países capitalistas de Europa. En relación a esto, las doctrinas socialistas empezaron a crear partidos de clase, (de carácter exclusivamente obrero) con el nombre de Partido socialdemócrata (con personalidades como Kautsky en Alemania en 1890 o Lenin en Rusia en 1900).

En esta época los obreros se reunieron en organizaciones burguesas-republicanas o marxistas revolucionarias con el fin de conseguir en primer instancia el sufragio universal masculino, dejando la lucha de masas relegada en segunda instancia. Sin embargo, la unión obrera a nivel nacional por medio de las luchas políticas debía encauzarse dentro de un plano internacional: he ahí el nacimiento de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o primer internacional.

Primera Internacional.

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o primer internacional, fue la primera gran organización que trató de unir a los trabajadores de los diferentes países.

Fundada en Londres en 1864, agrupó inicialmente a los sindicalistas ingleses, anarquistas y socialistas franceses e italianos republicanos. Sus fines eran la organización política del proletariado en Europa y el resto del mundo, así como un foro para examinar problemas en común y proponer líneas de acción. Colaboraron en ella Karl Marx y Friedrich Engels. Las grandes tensiones existentes entre Marx y Mijaíl Bakunin generada en la Comuna de París de 1871 llevaron a la escisión entre marxistas y anarquistas en torno a la cuestión de la toma del poder.

En 1872 el Consejo General de la AIT se traslada desde Londres (donde está ubicado desde sus inicios) a Nueva York, como producto de la reacción contrarrevolucionaria de Europa al ser derrotada la Comuna de París. Las principales acciones de esta fueron la toma del poder en París por los trabajadores, que todo diputado cobre lo mismo que un obrero, separación de la iglesia del Estado, abolición del ejército sustituido por milicias urbanas, etc. Finalmente la AIT se disuelve oficialmente en 1876.

Refundacion de la Asociacion internacional de los trabajadores (AIT)

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), en inglés International Working People’s Association (IWPA), es una organización internacional que une a sindicatos de diferentes países. La tendencia en que se encuadran las organizaciones integrantes pertenece al anarcosindicalismo o al sindicalismo revolucionario.

Entre el 25 de diciembre de 1922 y 2 de enero de 1923 diversos grupos anarcosindicalistas refundan en Berlín la AIT, de la cual trazan sus orígenes a la Primera Internacional (1864-1876) y consideran su continuidad.12​ Su secretariado se encontraba hasta 2006 en Oslo, Noruega. En diciembre de 2006, fecha en la que se celebró en Mánchester, Inglaterra, el 23 Congreso de la organización entre los días 8, 9 y 10 se pasó el secretariado a Belgrado, en Serbia, hasta 2011.3

En la AIT se utilizan para facilitar la comunicación entre las secciones 3 idiomas: el inglés, el esperanto y el castellano.

Ámbito internacional
Sede central actualmente en Varsovia, Polonia
Secretaria general Laure Akai
Web oficial http://www.iwa-ait.org/
 

Historia.

Constituida en Berlín en 1922 por diversos grupos anarcosindicalistas y sindicalistas revolucionarios que rechazaban el neutralismo sindical de la Carta de Amiens así como la dependencia de partidos políticos, tanto comunistas (Internacional Sindical Roja) como socialdemócratas (Federación Sindical Internacional)..

En efecto, la guerra de 1914-1918 había firmado la quiebra del internacionalismo socialdemócrata, y revelado las disensiones entre la izquierda gubernamental y la izquierda revolucionaria (el socialdemócrata Noske hizo así asesinar a la Liga Espartaquista alemana, entre los que estaban Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht). La revolución rusa, que había representado una esperanza para el movimiento anarcosindicalista, decepcionó rápidamente. Pronto los anarcosindicalistas se dieron cuenta que no debían esperar ninguna emancipación por parte de los Bolcheviques.

La principal novedad programática de la AIT con respecto al movimiento sindical revolucionario anterior la primera guerra mundial y a la revolución rusa, era la rotura definitiva con los partidos políticos, que ya no podían ser considerados como elementos que formaban parte del movimiento obrero como daba a entender la Carta de Amiens, sino que debían ser tratados como enemigos de los trabajadores.

Organizaciones poderosas con varias centenas de millares de miembros como la FORA Argentina, la USI en Italia, CGT en Portugal, IWW en Chile o, más conocida, la CNT española eran las principales organizaciones que constituían la AIT a principios del siglo XX.

La AIT también tuvo la particularidad de agrupar además de a organizaciones de masas, a grupos de propaganda anarcosindicalistas. (Como en los años 30, la Federación Anarquista Polaca, miembro de la AIT).

No obstante las secciones fueron laminadas por la represión ejercida por las dictaduras de toda clase (nazismo en Alemania, fascismo en Italia y en Portugal, franquismo en España, comunismo en Bulgaria y en los países del este o en Cuba, dictaduras militares en América latina) perdiendo la pujanza de las primeras décadas del siglo XX. A pesar de ello, la muerte de la AIT, no se produjo. Consiguió sobrevivir durante las décadas terribles de la guerra fría, negándose a tomar partido por uno u otro de los beligerantes. Durante esa época, la AIT se vio muy mermada, con sólo cinco secciones, dos de ellas (CNT y la sección Búlgara) en el exilio.

En el congreso de 1980 se inició una gran mejora, con diez secciones y una reorganización de la CNT, que fue capaz de enviar delegados de España por primera vez desde 1930. También entraron las reforzadas USI y NSF noruega, junto con SF del Reino Unido, la WSA de EE.UU., la FAU alemana y la sección australiana.

Esta renovación se acompaña de una clarificación en cuanto a sus fines perseguidos políticos e ideológicos. Así, en el controvertido congreso de Madrid en 1996, las tendencias sindicalistas «puras» fueron excluidas de la AIT (La tendencia vignoles de la Confederación nacional del trabajo (Francia) así como la tendencia romana del USI), por participación en las instituciones de colaboración de clase que reforzaban el Estado (elecciones sindicales). Ese mismo Congreso fue también el de la apertura al este, apenas algunos años después de la caída del Muro de Berlín, con la acogida de nuevas secciones checas, eslovacas y rusas.

En los años 2000, otras nuevas secciones entraron a formar parte de la AIT, la ASI Serbia y COB brasileña la cual fue la encargada de organizar el XXIV Congreso.4​ Este último congreso estuvo marcado por la detención en Belgrado del secretario de la AIT, Ratibor Trivunac, junto con otros activistas de la ASI y anarquistas serbios. Así mismo la ZSP fue admitida como sección de la AIT en Polonia.5

A partir del congreso celebrado en 2013 (hasta entonces las funciones de la Secretaría las desempeñará la sección noruega NSF5​), la sección polaca ZSP asume la secretaría.

En 2016, las secciones española (CNT), italiana (USI) y alemana (FAU) convocan una Conferencia Internacional que tendrá lugar en Barakaldo (España) en el mes de noviembre,6​ para preparar la re-fundación de la AIT. La AIT en su XXVI Congreso celebrado a principios de diciembre,5​ desafilia a las tres secciones por organizar esta conferencia.

Secciones de la AIT.

Se denominan secciones a los sindicatos estatales adheridos a la AIT. Solo puede haber una sección por estado. Actualmente, las secciones son las siguientes:

Amigos de la AIT:

Segunda Internacional.

En 1889 (en conmemoración a los 100 años de la Revolución Francesa) se establece la Segunda Internacional, de corte socialdemócrata, como la sucesora en sus fines políticos, y que durará hasta 1916.

Al ser fundada y a raíz de las diferencias entre Karl Marx y Mijaíl Bakunin, entre otros factores, tuvo lugar la división de la mayor parte del movimiento obrero en marxistas y anarquistas y la consiguiente expulsión de la II Internacional de los segundos por parte de los primeros. Por lo que se forma la Internacional de Saint-Imier Internacional anarquista.

Con el imperialismo y la llegada de la Gran Guerra, el fervor patriótico inundó a las clases populares y solo pocos desde dentro de la Internacional, como el socialista Jean Jaurès, alzaron la voz para oponerse al conflicto. Por otra parte, el triunfo de la revolución rusa inauguró una nueva manera de entender la llegada al poder, la marxista-leninista. Con la llegada del comunismo a Rusia se producirá, por tanto, la secesión comunista que funda en 1918 la Tercera Internacional (también llamada Internacional Comunista o Comintern) dirigida por Lenin despues de la revolución rusa con el fin de dirigir a los partidos comunistas de todo el mundo.

Más tarde sin embargo, la burocratización del estado obrero ruso y de la Comintern a partir de la dirección de Stalin en el poder entre 1924 y 1953 llevaron a la necesidad de fundar una nueva Internacional que dirija a los partidos revolucionarios. Nace la cuarta internacional comunista fundada por Leon Trotsky (1879 – 1940).

Tercera Internacional.

Creada por Lenin (1920) continuada la línea de Marx, la Tercera Internacional reunió los partidos comunistas de todo el mundo con el propósito de consolidar los vínculos entre los trabajadores de los diversos países. Estaba al servicio de la unión soviética de Moscú. Fue disuelta en 1989.

Cuarta Internacional.

La Cuarta Internacional es una organización internacional de partidos comunistas seguidores de las ideas de León Trotsky, quien fue además su principal dirigente. Fue establecida en un congreso de delegados en Perigny (París) el 3 de septiembre de 1938, donde fue aprobado el Programa de Transición.

Métodos de lucha.

El Día Internacional del Trabajo.

Se conmemora el día internacional de la clase trabajadora en memoria de los trabajadores anarquistas asesinados tras la revuelta de Haymarket, Chicago, Estados Unidos) tras luchar en reivindicación de la jornada laboral de 8 horas diarias, pues fue el 1 de mayo de 1886 cuando empezó la Huelga General en Estados Unidos por dicha reivindicación. El 1 de mayo, sindicatos y partidos obreros de todo el mundo celebran mítines y manifestaciones.

Concierto o paz social.

Hoy en día, las democracias burguesas tratan de mantener el diálogo social entre los sindicatos más representativos y las organizaciones empresariales. Hay críticos que denuncian que de esta forma intentan orientar la economía en beneficio de los empresarios evitando movilizaciones o huelgas, a costa de la contención salarial, la ampliación de la jornada laboral o el recorte de los derechos de los trabajadores.

Sin embargo, todavía existe una corriente, que practica un sindicalismo revolucionario o anarcosindicalismo, que critica el pactismo y burocratismo de los sindicatos oficiales, buscando obtener mejoras de las condiciones sociales y laborales de los trabajadores sin olvidar la meta de la revolución social.

Referencias.

  1. Tuñón de Lara, Manuel (1977) [1972]. El movimiento obrero en la historia de España. I.1832-1899 (2ª edición). Barcelona: Laia. pp. 9-10. ISBN 84-7222-331-0.

Bibliografía.

  • Hobsbawm, EricThe Age of Revolution: 1789-1848. London: Peter Smith Pub Inc., 1999.
  • Droz, Jacques. Historia general del socialismo. 1976.

Véase también.

Deja un comentario