HISTORIA DEL ANARQUISMO UNIVERSAL

Historia del anarquismo en Rusia.

Las ideas anarquistas tuvieron en Rusia una gran influencia desde fines del siglo XIX hasta mediados de la década de 1930, momento en que se consolidó el stalinismo. El movimiento socialista ruso estuvo en parte influenciado por estas ideas, en gran parte debido al prestigio de Mijaíl Bakunin Piotr Kropotkin, los principales pensadores libertarios de origen ruso.

Bakunin y los anarquistas en el exilio.

Mijaíl Bakunin, conocido anarquista ruso.
Mijaíl Bakunin, conocido anarquista ruso.
En 1848, tras su regreso a París, Isla de Francia, (Francia) Mijaíl Bakunin publicó una ardiente proclama contra la monarquía de Rusia, que fue causa de su expulsión de Francia. El movimiento revolucionario de 1848 le dio la oportunidad de unirse a la radical campaña de agitación democrática, siendo arrestado y condenado a muerte en 1849 por su participación en el alzamiento de mayo en Dresde. La pena de muerte, sin embargo, fue conmutada por cadena perpetua, y fue eventualmente enviado a las autoridades rusas, que lo encarcelaron y lo enviaron finalmente al Este de Siberia en 1857.

Bakunin recibió permiso para irse a la región de Amur, (Rusia) donde comenzó a colaborar con un general pariente suyo, el conde Nikolái Muravyov-Amurski, que había sido gobernador de Siberia oriental durante diez años. Cuando Muravyov fue despedido de su posición, Bakuninperdió su salario. Tuvo éxito en un intento de escape, probablemente con la complicidad de las autoridades y se hizo camino a través de Japón y los Estados Unidos hasta Inglaterra en 1861. Pasó el resto de su vida exiliado en Europa occidental, principalmente en Suiza.1

Serguéi Necháyev.
Serguéi Necháyev.
Serguéi Necháyev. En enero de 1869, Serguéi Necháyev hizo correr falsos rumores sobre su arresto en San Petersburgo, (Rusia) viajando posteriormente hasta Moscú, (Rusia) antes de irse hacia el extranjero.
En Ginebra, (Suiza), se hizo pasar por representante de un comité revolucionario que había huido de la fortaleza de San Pedro y San Pablo, y se ganó la confianza del revolucionario en el exilio Mijaíl Bakunin y de su amigo Nikolái Ogariov.

Mijaíl Bakunin jugó un papel indudablemente destacado en el desarrollo y elaboración de las teorías del anarquismo y en la dirección del movimiento anarquista. Dejó una profunda huella en el movimiento de los «plebeyos revolucionarios» rusos de la década de 1870.

En 1873, Piotr Kropotkin fue arrestado y encarcelado, pero consiguió escapar en 1876 y huyó a Inglaterra, desde donde tras una corta estancia viajó a Suiza, uniéndose allí a la Federación del Jura.

En 1877 fue a París, Isla de Francia, (Francia) donde ayudó a establecer el movimiento anarquista local. Regresó a Suiza en 1878, donde editó un periódico revolucionario para la Federación del Jura llamado «Le Révolté», publicando subsecuentemente también varios panfletos revolucionarios.

Kropotkin fue quien formuló de forma más acabada la teoría del anarcocomunismo, la principal corriente de pensamiento anarquista. Kropotkin y Bakunin fueron las figuras más influyentes del anarquismo en el plano teórico de la época, no solo en Rusia sino en todo el mundo.23

El movimiento populista.

En estos años cobró auge del populismo nihilista en Rusia, de inspiración filosófica, principalmente en la juventud de clase media y alta. En Occidente fue confundido con el terrorismo, aunque en realidad no era un movimiento político. Un nihilista era por lo general un joven rebelde y disconforme con la sociedad rusa que rompía «con las supersticiones de sus padres, siendo en concepciones filosóficas un positivista, un ateo, un evolucionista spenceriano del materialismo científico»4

Su lema era: ¡V naród! (Vayamos al pueblo, unámonos a él). Durante los años comprendidos entre el 60 y el 65, en casi todas las casas de las familias ricas se sostenía una lucha encarnizada entre los padres, empeñados en mantener las viejas tradiciones, y los hijos e hijas que defendían su derecho a disponer de su existencia según sus ideales (…) En cada población rusa, en cada barrio de San Petersburgo, se formaron pequeños grupos para el mejoramiento y educación mutua; las obras de los filósofos, los trabajos de los economistas, las investigaciones históricas de la nueva escuela de la historia rusa, eran leídas detenidamente en aquellos círculos, siendo seguida la lectura de discusiones interminables. El objeto de todo aquel batallar no era otro que el de resolver el gran problema que se levantaba ante su vista. (…) Estos muchachos y muchachas no llevaban en su mente ningún ideal de reconstrucción social ni pensaban en la revolución; sólo se preocupaban de enseñar a la masa de los campesinos a leer, e instruirla sobre otros particulares, prestarle asistencia médica y ayudarla por todos los medios posibles a salir de su obscuridad y miseria, aprendiendo al mismo tiempo cuáles eran los ideales populares respecto de una vida social mejor.

Tras un intento de asesinato de Alejandro II de Rusia en un salón del Palacio de Invierno perpetrado por Naródnaya Volia en febrero de 1880, Mijaíl Lorís-Mélikov fue designado presidente de la Suprema Comisión Ejecutiva recibiendo poderes extraordinarios para combatir a los revolucionarios. Las propuestas de Lorís-Mélikov pedían alguna forma de cuerpo parlamentario, y el emperador Alejandro II parecía estar de acuerdo. Estos planes nunca fueron realizados ya que el 13 de marzo (1 de marzo según el estilo de fecha antiguo) de 1881, Alejandro fue asesinado: cuando conducía por una de las calles centrales de San Petersburgo, (Rusia) cerca del Palacio de Invierno, fue herido de muerte por granadas de mano y murió unas horas más tarde. Los conspiradores Nikolái Kibálchich, Sofía Peróvskaya, Nikolái Rysakov, Timoféi Mijáilov, y Andréi Zhelyábov fueron arrestados y sentenciados a muerte. Gesya Gelfman fue enviado a Siberia. El asesino fue identificado como Ignacy Hryniewiecki, que murió durante el ataque. Se ha planteado la teoría de que el asesinato fue el resultado del proceso de rusificación, que constituía una prohibición completa de la lengua polaca en zonas públicas, escuelas, y oficinas.

Los dujobori.

León Tolstói y Vladímir Chertkov.
León Tolstói y Vladímir Chertkov.
El origen de los dujobori se remonta a los siglos XVI y XVII en el Principado de Moscú. Los dujobori («luchadores espirituales») eran una secta cristiana radical que mantenía una creencia en el pacifismo y un estilo de vida comunal, al tiempo que rechazaban un gobierno laico.
En 1899, los dujobori escaparon a la represión de la Rusia Imperial hacia Canadá, principalmente en las provincias de Saskatchewan y Columbia Británica. Los fondos para el viaje fueron pagados por la Sociedad Religiosa de los Amigos y por el novelista ruso León Tolstói. Piotr Kropotkin sugirió Canadá a Tolstói como un refugio seguro para los dujobori porque mientras estaba en una gira de conferencias a través de Canadá, Kropotkin observó la tolerancia religiosa experimentada por los Menonitas.5

La primera Revolución Rusa.

El primer grupo anarquista en atraer a los trabajadores y los campesinos de Rusia, fueron los grupos anarcocomunistas Chórnoe Znamia, fundados en Bialystock, Voivodato de Podlaquia,  (Polonia) en 1903. Recibieron su apoyo principalmente de los pobres y trabajadores judíos perseguidos de la Zona de Asentamiento, de las fronteras occidentales del Imperio ruso, donde se les permitía vivir a los judíos. El Chórnoe Znamia hizo su primer ataque en 1904, cuando Nisan Farber, un miembro destacado del grupo, apuñaló a un empresario rompehuelgas en el Día del Perdón judío.6

El grupo Chórnoe Znamia, los socialistas-revolucionarios de izquierda y los sionistas de Bialystock se congregaron en un bosque para decidir su próxima acción. Al final de la reunión, los gritos de «¡Viva la Revolución Social» y «Viva la Anarquía» atrajeron a la policía hacia la reunión secreta. La policía reprimió a los activistas, dejando a muchos revolucionarios detenidos o heridos. En venganza, Nisan Farber arrojó una bomba de fabricación casera en la estación de policía, que le causó la muerte y dejando numerosos heridos. Rápidamente se convirtió en un mártir revolucionario de los anarquistas, y cuando estalló el Domingo Sangriento (1905) en San Petersburgo, (Rusia) sus acciones comenzaron a ser imitadas por el resto de los miembros de la Chórnoe Znamia. La obtención de armas se convirtió en su primer objetivo. Las comisarías de policía, tiendas de armas y arsenales fueron asaltados y robados. Se instalaron laboratorios para la fabricación de bombas y el dinero recogido de las expropiaciones sirvió para comprar más armas provenientes de Viena, (Austria).

Miembros de Chórnoe Znamia
Miembros de Chórnoe Znamia
Bialystock se convirtió en una zona de guerra, prácticamente había todos los días un ataque anarquista o una represión policial. Ekaterinoslav, Odesa, (Ucrania), Varsovia, (Polonia) y Bakú, (Azerbaiyán) se convirtieron en testigos de asaltos e intensos tiroteos. Cartuchos de dinamita fueron arrojados a las fábricas o a las mansiones de los capitalistas más detestados. Los trabajadores fueron alentados a derrocar a sus patrones y administrar la fábrica por sí mismos. Los trabajadores y campesinos en todo el Imperio produjeron levantamientos esporádicos en el campo. Las tierras fronterizas occidentales, en particular, las ciudades de Rusia, Polonia, Ucrania y Lituania, ardieron en cólera y odio. La Revolución en la Zona de Asentamiento alcanzó un clímax sangriento en noviembre y diciembre de 1905 con el bombardeo del Hotel Bristol en Varsovia, (Polonia) y el Café Libman en Odesa, (Ucrania).

Después de la supresión del Levantamiento de Diciembre en Moscú, (Rusia) los anarquistas se retiraron por un tiempo, pero pronto se volcaron a la Revolución. Incluso los pequeños pueblos y aldeas del campo tenían sus propios grupos anarquistas en lucha. Pero la marea se fue volviendo en contra de los revolucionarios.

En 1907, el ministro zarista Stolypin propuso su nuevo «programa de pacificación». La policía recibió más armas, órdenes y refuerzos para atacar a los centros anarquistas. La policía realizó un seguimiento de los anarquistas detectando su cuartel general, atacando después de manera rápida y brutal. Los anarquistas fueron juzgados por una corte marcial en la que se renunció a la investigación preliminar, los veredictos fueron entregados apenas en 2 días y las sentencias ejecutadas inmediatamente. En lugar de sucumbir a la ignominia de la detención, muchos anarquistas preferían suicidarse cuando eran acorralados. Aquellos que habían sido capturados por lo general brindaban un conmovedor discurso sobre la justicia y la anarquía antes de ser ejecutados, a la manera de Ravachol y Émile Henry.

En 1909 la mayor parte de los anarquistas estaban muertos, exiliados o en la cárcel. El anarquismo no iría a resurgir en Rusia hasta 1917.7

Bolcheviques y anarquistas en la Revolución de Octubre.

Los anarquistas rusos despreciaban a Kerensky y a su «burguesa» Asamblea Constituyente, más aún que a los bolcheviques. Aunque los anarquistas estaban de acuerdo con algunas de las consignas bolcheviques, pronto se hizo evidente a los anarquistas que los bolcheviques estaban a favor de otorgar todo el poder al Partido en detrimento del control obrero y de crear un socialismo de Estado en lugar del comunismo anárquico. Al principio les pareció a algunos anarquistas que la revolución podría dar paso a la utopía de un nuevo mundo sin distinción de naciones que tanto habían soñado. En estos términos, algunos anarquistas se aliaron a los bolcheviques.

«Los anarcosindicalistas y los anarquistas, poco numerosos y mal organizados, pero muy activos también, hacen todo lo que pueden para sostener y alentar la lucha contra Kerensky, no por la conquista del poder, sino por la organización y la colaboración libres.»

VolinLa Revolución Desconocida, Ed. Campo Abierto

En Moscú, (Rusia) las tareas más críticas y peligrosas durante la Revolución de Octubre recayeron en el Regimiento anarquista Dvinsk, dirigido por los libertarios Grachov y Fedótov. Fueron ellos los que desalojaron a los blancos del Kremlin de Moscú, el hotel Metropol y otras defensas importantes. En la madrugada del 6 de enero jul./ 19 de enero greg. de 1918, el marinero anarquista Anatoli Zhelezniakov disolvió la Asamblea Constituyente rusa alegando que «La Guardia está cansada». Durante un tiempo, los anarquistas se regocijaron, eufóricos ante la idea de la nueva era que había llegado a Rusia. Pero no pasó mucho tiempo antes de que los anarquistas vieran cada vez más razones para criticar a los bolcheviques. Los bolcheviques, que veían a la libertad de expresión como una especie de obsesión pequeño burguesa y que temían perder su poder, no podían tolerar las ideas, sugerencias y críticas anarquistas volcadas en su prensa. Además, no podían tolerar que se tomase ninguna acción independiente de ellos.

En la noche del 12 de abril de 1918 la Cheka (policía secreta bolchevique) allanó los 26 centros anarquistas de Moscú,(Rusia) incluyendo ‘Casa de la Anarquía’, la Federación Anarquista de Moscú de Grupos de construcción. Las Guardias Negras ofrecieron resistencia armada. Una feroz batalla está latente, en la calle Málaya Dmítrovka. Cerca de 40 anarquistas fueron muertos o heridos, y cerca de 500 fueron encarcelados. Una docena de agentes de la Cheka también murieron en los combates. Los anarquistas se unieron a los mencheviques y socialistas-revolucionarios de izquierda a fin de boicotear las celebraciones del 1 de mayo de 1918.

Los anarquistas y la “Tercera Revolución Rusa”.

La intentona de una Tercera Revolución Rusa comenzó en julio de 1918 con el asesinato del embajador alemán en Rusia a fin de protestar por la firma del Tratado de Brest-Litovsk. Esto fue seguido inmediatamente por un ataque de artillería al Kremlin de Moscú y la ocupación de los edificios del Telégrafo y Teléfono por los SR de Izquierda que lanzaron varios manifiestos apelando al pueblo a levantarse contra sus opresores y destruir el régimen bolchevique. Pero mientras esta orden no fue seguida por el pueblo de Moscú, los campesinos del sur de Rusia respondieron con fuerza a este llamado a las armas. Bandas de terroristas anarquistas como Chórnoe Znamia (Bandera Negra) y Beznachalie (Sin dirigente) surgieron rápidamente y violentamente como lo habían hecho en 1905. Los anarquistas en Rostov, Ekaterinoslav y Briansk, irrumpieron en las prisiones para liberar a los presos y emitieron ardientes proclamas llamando al pueblo a rebelarse contra el régimen bolchevique.

Editorial del periódico "Anárjiya" con la declaración del inicio de la lucha terrorista contra los bolcheviques. 25 de septiembre de 1919.
Editorial del periódico «Anárjiya» con la declaración del inicio de la lucha terrorista contra los bolcheviques. 25 de septiembre de 1919.
Los destacamentos militarizados anarquistas atacaron al Ejército Blanco, Rojo y a los alemanes por igual. Muchos campesinos se unieron a la Revolución, atacando a sus enemigos con herramientas de labranza y hoces. Mientras tanto, en Moscú, Kazimir Kovalévich y Piotr Sóbolev formaron las tropas de choque de la Revolución, infiltrándose en las filas bolcheviques y golpeando en el momento menos esperado. El 25 de septiembre de 1919, los anarquistas atacaron a los bolcheviques con el golpe más fuerte de la Revolución. La sede del Comité del Partido Comunista de Moscú fue volada, matando a 12 miembros del partido e hiriendo a 55, entre los que se incluían Nikolái Bujarin y Emilián Yaroslavski.

Alentados por su éxito aparente, los anarquistas proclamaron una nueva «era de la dinamita» que finalmente eliminaría al capitalismo y al Estado. Los bolcheviques respondieron iniciando una nueva ola de detenciones masivas a raíz de las cuales Kovalévich y Sóbolev serían fusilados de inmediato. Con sus líderes muertos y gran parte de su organización por los suelos, el resto de los anarquistas se inmolaron en su última batalla contra la Cheka. Numerosos ataques y asesinatos se produjeron con frecuencia hasta que la Revolución finalmente se agotó en 1922. Aunque la Revolución fue principalmente una iniciativa de los SR de Izquierda, fueron los anarquistas quienes contaron con el apoyo de un mayor número de la población y los que participaron en casi todos los ataques organizados por los SR de Izquierda, y en muchos otros que fueron absolutamente de su propia iniciativa. Las figuras más célebres de la Tercera Revolución fueron Lev Chorni y Fanya Baron, que eran anarquistas ambos.

Las Guerrillas Majnovistas en Ucrania.

Néstor Majnó en 1909
Néstor Majnó en 1909

Cuando triunfó la Revolución rusa en 1917, Ucrania era un país muy diferente del resto de las otras provincias rusas. Se trataba de un territorio muy rico en recursos agrícolas, y en tiempos de guerra sus fronteras fueron el objeto del deseo de las potencias extranjeras. Pero en Ucrania existía una mayoría campesina acostumbrada a defenderse por su cuenta, a ser agredida por diferentes ejércitos en corto espacio de tiempo y a trabajar en conjunto con otros campesinos, hasta desarrollar pequeños grupos armados, especializados en defender los poblados de los intrusos. Para estos campesinos el Estado era una instancia ineludible, que periódicamente aparecía en los campos en forma de ejército para quedarse con una parte de la cosecha. Esta fue una constante durante la dominación zarista, que se continuó durante el régimen bolchevique.

El nacionalismo era mayoritario en la zona norte, mientras que en el sur existía una mayoría anarquista, con fuerte influencia comunista (no bolchevique). A finales de la Primera Guerra Mundial, entre diciembre de 1917 y enero de 1918, las guerrillas campesinas expulsaron a los grandes propietarios de sus zonas de influencia, repartiendo y valorando las tierras y las industrias. El 8 de febrero de 1918, los Imperios Centrales y la Rada Central Ucraniana firmaron un Tratado en Brest-Litovsk. El 3 de marzo de 1918, el Sovnarkom de Lenin firmó su propio Tratado de Brest-Litovsk, que permitía al eje austroalemán ocupar Ucrania. Inmediatamente las tierras volvieron a sus antiguos dueños, cuyos privilegios se reforzaron con el fin de mantener la neutralidad de la región mientras se preparaba la vuelta del Zar.

Además de la represión del Ejército Verde nacionalista, pagado por los terratenientes y al servicio de Kiev, los campesinos sufrieron los azotes continuos de las tropas de ocupación alemanas y austriacas. La presión de estos distintos ejércitos fue tan asfixiante sobre los campesinos del sur adheridos a la Revolución que, de la iniciativa común, se plantean posibilidades de unir a todos los anarquistas.

Durante junio, julio y agosto de 1918, la represión de la RADA ucraniana fue sangrienta y muchos anarquistas fueron ejecutados. La necesidad de una cierta unificación frente a la inclemente represión, es lo que llevará a los campesinos de Gulai-Pole a organizarse en torno a una idea política, que se desinteresa por completo y considera prescindibles aspectos como la desigualdad social y los prejuicios nacionales, religiosos o políticos.

Majnó con su ejército en operaciones
Majnó con su ejército en operaciones

El inspirador intelectual y máximo líder del Ejército Negro fue Néstor Ivánovich Majnó, quien aglutinó los deseos de los campesinos, contrarios a la restauración pretendida por el Ejército Blanco. Se organizó en el verano de 1918 contra las posiciones del Ejército Verde y las fuerzas del eje europeo. Integrado principalmente por campesinos, el Ejército Negro contaba a finales de ese año con más 1.500 efectivos. Se estima que en 1919 más de 25.000 ucranianos combatían en el Ejército Negro, cuyo aparato militar disponía de 48 cañones de campaña (móviles), 4 trenes blindados, 4 carros blindados y más de un millar de ametralladoras.

Muchos jefes militares apoyaron a Néstor Majnó, de diversas ideologías políticas. Majnó toleraba la libertad de sus compañeros para aliarse con los bolcheviques o combatirlos, pero jamás aceptaría cualquier tipo de simpatía hacia el Movimiento Blanco. Los bolcheviques por entonces respetaban la bandera negra y el territorio conquistado por el Ejército Negro. A cambio, el Consejo de Insurgentes permitió instalar un soviet provisional en su territorio: El Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes.

Lo que en un principio fue un soviet de carácter ejecutivo de carácter anarco-comunista, no tardó en provocar conflictos entre campesinos y obreros, ya que los campesinos majnovistas no reconocían ninguna autoridad superior a ellos, salvo la que ellos mismos se quisieran imponer. Por otro lado el Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes tenía la obligación de aplicar leyes y restricciones de libertad ordenadas desde Moscú, (Rusia).

El Ejército Negro, si bien no fomentaba, al menos no impedía la violencia campesina sobre los comunistas y sus aparatos políticos. A juicio de los bolcheviques, Majnó se comportaba con excesiva autonomía, pues desarrollaba actividades que pronto chocaron con los comisarios políticos enviados por el Ejército Rojo desde Moscú, (Rusia). El aspecto esencial es que Majnó no ordenaba coaccionar la libertad de actuación de los campesinos y acudía en su defensa cuando eran agredidos. Eso provocó numerosas escaramuzas entre prosoviéticos y anarquistas, lo cual implicó un conflicto político.

El conflicto político lo provocaron los comunistas, al acusar sus periódicos a Majnó de planear una alianza con el Movimiento Blanco. En cualquier caso no se produjo un enfrentamiento entre los ejércitos Rojo y Negro porque las malas relaciones entre los anarquistas y los comunistas coincidieron con la gran ofensiva del Movimiento Blanco en verano de 1919.

En febrero de 1919 el Ejército Negro había conquistado una parte significativa de Ucrania, en una avanzada donde se sirvió de varios regimientos de bolcheviques. Uno de los generales que protagonizó acciones muy destacadas fue Simon Karétnik, natural de la misma localidad que Majnó. La forma en que el Ejército Negro ejercía su soberanía en Ucrania era vista con escepticismo desde Moscú, (Rusia) y disgustaba a los bolcheviques, cuya Cheka carecía del beneplácito para politizar la sociedad. Trotski planteó por vez primera la posibilidad de eliminar al Ejército Negro, formado por anarquistas sin la menor voluntad de someterse al proyecto leninista. Los enfrentamientos entre bolcheviques y anarquistas eran cada vez mayores.

La ofensiva blanca se reanudó en junio de 1919, comandada por el general Denikin. Después de una cruenta lucha, en que los bolcheviques se replegaron y dejaron el costo de la contienda al Ejército Negro, las tropas blancas fueron finalmente derrotadas. A partir de entonces el Ejército Negro mantuvo el control de Ucrania durante varios meses, mientras el Ejército Rojo devastaba los retazos del Ejército Blanco que quedaban en tierras rusas sin forma de aprovisionarse. Con los bolcheviques al norte y los majnovistas al sur, Denikin se retiró a Crimea. En ese momento los bolcheviques volvieron a entrar en Ucrania y en poco tiempo el poder soviético impregnó a toda la sociedad.

El inevitable enfrentamiento terminará en una guerra declarada entre bolcheviques y anarquistas, que solo finalizó con un tratado de paz en otoño de 1920, debido a los éxitos de la contraofensiva blanca, dirigida por el Barón de Wrangel. Ambos bandos liberaron prisioneros. Se habló de conceder varios departamentos ucranianos a los anarquistas, para que pudieran desarrollar en ellos sus “ensayos sociales”. Producto del Tratado de Paz, los ejércitos se comprometieron a actuar conjuntamente, posponiendo el acuerdo final ante la inminencia de responder a las agresiones del Ejército Blanco del Barón de Wrangel, que fue el mayor responsable de este armisticio.

A mediados de octubre de 1920, el Ejército Negro al mando de Majnó combatía al Ejército Blanco liderado por el Barón de Wrangel, derrotándolo y capturando más de 4.000 prisioneros. En noviembre el ejército de Wrangel era derrotado y se refugiaba en Crimea. Con el camino despejado, el Ejército Rojo invade Ucrania con 150.000 efectivos e impone unilateralmente un Estado Mayor único para ambos ejércitos, algo que el Ejército Negro no acepta.

El 26 de noviembre de 1920 se produjo el ataque del descansado Ejército Rojo a todas las posiciones del Ejército Negro en Crimea. La proporción era de 30 bolcheviques por cada anarquista. A pesar de la masacre, Majnó logra romper el cerco bolchevique y huir con parte de la caballería. Después de unas semanas logró reagrupar algunas tropas pero su fuerza era insignificante contra el poderoso Ejército azul. La victoria de los bolcheviques era inevitable. A partir de entonces las tropas que custodiaban a Majnó se dirigieron al Oeste. Tras ocho meses de guerrilla y persecución ininterrumpida, en agosto de 1921 alcanzaron la frontera rumana. Majnó cruzó la frontera con un tobillo roto y varias heridas de proyectil, la más importante en el cuello.

La mayor parte de los efectivos del Ejército Negro fueron condenados a muerte por los bolcheviques o encarcelados. Pero la guerrilla majnovista siguió combatiendo hasta 1924. Majnó se refugió en París, Isla de Francia, (Francia) desde donde se unió al grupo editor del periódico «Dielo Trudá» (La Causa Obrera), del grupo de anarquistas rusos exiliados en Francia. Desde allí dirigió sus fuerzas a reorganizar el movimiento anarquista ruso y a luchar por la libertad de los anarquistas detenidos en las cárceles del régimen.

La rebelión de Kronstadt.

La rebelión tomó lugar en las primeras semanas de marzo de 1921 en Kronstadt, una fortaleza naval en la isla Kotlin en el Golfo de Finlandia. Tradicionalmente, Kronstadt ha servido como base de la flota báltica Rusa y como una vía de alcance a 35 millas de San Petersburgo (posteriormente Petrogrado, Leningrado y después de la caída de la Unión Soviética, nuevamente San Petersburgo).

Bandera de los marinos del acorazado Petropávlovskde Kronstadt con el eslogan Muerte a los burgueses
Bandera de los marinos del acorazado Petropávlovskde Kronstadt con el eslogan Muerte a los burgueses

La insostenible situación económica trajo consigo levantamientos en el campo (como la Rebelión de Tambov) así como huelgas y violentos malestares en las fábricas.

En las áreas urbanas, surgió una ola de huelgas espontáneas, y hacia finales de febrero Petrogrado se encontraba al borde de una huelga general. Fue así que el 26 de febrero y en respuesta a los eventos sucedidos en Petrogrado, la tripulación de los barcos Petropávlovsk y Sevastópol mantuvieron un encuentro de emergencia y aceptaron enviar una delegación a la ciudad para investigar e informar acerca de los movimientos huelguísticos. Al regreso del delegado, dos días después, éste informó al resto de la tripulación acerca de las huelgas, contando con el total apoyo de los marinos, y la represión del gobierno dirigida en contra de los huelguistas. Aquellos que estuvieron presentes decidieron aprobar una resolución con 15 demandas las cuales fueron enviadas a Petrogrado.

Entre las demandas más importantes exigidas por los rebeldes se encontraban la reelección del soviet, soviets sin bolcheviques, el derecho de libre expresión y la total libertad de acción y comercio. Tras fracasar en la petición de las demandas, y por la búsqueda de la igualdad de sueldos para los trabajadores y el fin de los bloqueos de caminos para el ingreso de alimentos a la ciudad, los marinos de Kronstadt se alzaron en rebelión en contra del gobierno bolchevique en marzo de 1921. Después de conformar una Comuna revolucionaria y poner en práctica los soviets libres, la represión bolchevique no se hizo esperar. El 17 de marzo, las fuerzas bolcheviques finalmente entraron a la ciudad de Kronstadt después de haber sufrido cerca de 10.000 bajas. Aunque no existen datos certeros acerca de los rebeldes caídos en acción, los historiadores estiman que miles fueron ejecutados en los días posteriores y muchos más enviados a campos de trabajo en Siberia. Otro gran número de rebeldes lograron escapar a Finlandia.

Si bien el levantamiento no fue obra exclusiva de los anarquistas, sino que participaron también bolcheviques desencantados y socialistas revolucionarios, el contenido e influencias anarquistas son innegables, como lo ha demostrado el profesor Paul Avrich.8​ Además los anarquistas de Petrogrado, ciudad que está en frente a Kronstadt, apoyaron y reivindicaron al movimiento rebelde.

El anarquismo en la actualidad.

Varias federaciones anarquistas existen hoy en Rusia. Entre las más importantes está la Confederación de Revolucionarios Anarco-Sindicalistas(KRAS, Konfederátsiya Revolyutsiónnyj Anarjo-Sindikalístov), sección rusa de la AIT fundada en 1995, que propugna el anarcocomunismo y el anarcosindicalismoAvtonómnoe Déystvie(AD, Acción Autónoma), federación anarquista con diversas tendencias anarcocomunistas, autonomistas, sindicalistas y plataformistas fundada en 2002, y la Asociación de los Movimientos Anarquistas, que reúne a la mayoría de los movimientos anarquistas de todo el espacio post-soviético.

Referencias.

  1.  Mijaíl Bakunin, el principal ideólogo del anarquismo, JAVIER MEMBA, en [1]
  2.  George Woodcoock e Iván Avakúmovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978
  3.  Paul Avrich, Los anarquistas rusos, Alianza Editorial, 1974
  4.  Kropotkin, Pedro. Memorias de un revolucionario

    La agitación revolucionaria que estalló en Rusia hacia el fin del reinado de Alejandro II, y que terminó en su trágica muerte, es descrita constantemente como nihilismo, lo cual es, sin embargo, una equivocación. Confundir nihilismo con terrorismo, es tan erróneo como tomar un movimiento filosófico, como el estoico o el positivista, por uno político, como, por ejemplo, el republicano. El terrorismo vino a la existencia traído por ciertas condiciones especiales de la lucha política, en un momento histórico determinado; ha vivido y ha muerto; puede renacer y volver a morir. Pero el nihilismo ha marcado su huella en la vida entera de la parte más inteligente de la sociedad rusa, y no es posible que ésta se borre en muchos años.

  5.  https://web.archive.org/web/20100114120456/http://walrusmagazine.com/articles/2008.06-taking-the-cure-doukhobor-canada-christopher-shulgan/ «Taking the Cure. How a group of British Columbian anarchists inspired democracy in Russia», Christopher Shulgan. The Walrus Magazine, Junio de 2008, Canadá.
  6.  Avrich, Paul (2006). The Russian Anarchists. Stirling: AK Press. ISBN 1-904859-48-8, p.44-48
  7.  Chernoe Znamia (Black Banner)
  8.  Kronstadt, 1921, Paul Avrich ISBN 0-691-08721-0, Colección Utopía Libertaria

Bibliografía.

Enlaces externos.

 

Apuntes sobre el anarquismo en Rusia

Anarquismo
Anarquismo

Rusia sigue siendo tan vasta como Europa occidental, a pesar de los cambios geográficos y demográficos inherentes al desmembramiento de la URSS: pérdida de las tres repúblicas bálticas, Belarus y Ucrania, así como las repúblicas de cultura musulmana. La situación se convierte en un trauma cuando se sabe que muchos millones de rusos viven allí, la mayoría como obreros, mineros y campesinos, en una situación similar o peor que en Rusia.

Constatando, como se va a ver, que los nuevos grupos anarquistas brotaron sin formación y mantienen poca relación, se deduce que cualquier generalización sería atrevida, si bien se desprenden líneas de desarrollo.

El marxismo leninismo como generador de reacciones libertarias

La URSS aparentemente colapsó en 1991. De hecho, siempre fue una ficción de Estado obrero. Bakunin escribía en 1873, en «Estatismo y anarquía», una afirmación que Marx fue incapaz de rebatir en sus comentarios de esta obra el mismo año: “ [el] señor Marx y [de] sus amigos [que] comenzarán a libertar [al pueblo] a su modo. Centralizarán las riendas del Poder con firmeza, porque el pueblo ignorante exige una tutela enérgica […] bajo el mando directo de los ingenieros del Estado, que formarán la nueva casta privilegiada políticocientífica». – (1) –

Y ya lo anunciaba, con una lógica sociológica de izquierda, Robert Michels en 1913. “la administración de una fortuna enorme, sobre todo cuando se trata de una fortuna perteneciente a la colectividad, confiere a quien la administra una dosis de poder al menos igual al que tiene el poseedor de una fortuna, de una propiedad privada. Por eso los críticos anticipados del régimen social marxista se preguntan si no es posible que el instinto que empuja los propietarios, en la actualidad, a dejar en herencia a sus hijos las riquezas amontonadas». – (2)-

Y antes de la puesta en práctica en Corea del Norte, de hecho, los hijos de la clase dirigente acumulaban privilegios hereditarios. Y puesto que el régimen soviético se fijaba como pauta las normas y conductas capitalistas, como el conocimiento de las técnicas empresariales y los idiomas occidentales, eso explica la facilidad de la integración de la mayoría de los jerarcas al neo liberalismo introducido como “shock terapia”, ¡con el modelo del Chile de Pinochet !

Como en cualquier sistema totalitario, de Mussolini a Franco, el proletariado agrícola e industrial vivió en la escasez, había también cierta cobertura social para todos, pero con pocos medicamentos, de eficacia limitada. Incluso existía la seguridad de empleo con tal de no protestar.  Y los pocos disturbios serios fueron liquidados con las armas de “los trabajadores de la seguridad” (vocabulario oficial) en plena era de desestalinización como en China en la actualidad. La dialéctica marxista leninista (trotskista) es siempre útil y proletaria para aferrarse al poder

En Novocherkask (Ucrania) en junio de 1962 – (3) – la manifestación de los huelguistas y sus familiares de las fábricas de la ciudad fueron barridos por las ametralladoras de la “milicia del pueblo”. Hubo como mínimo un centenar de muertos, otro tanto de heridos y las familias fueron expulsadas a Siberia. Fue en apariencia la última masacre del régimen bajo Kruchev.

De 1922 a 1991, se prohibieron las críticas al marxismo, la enseñanza y los medios de comunicación pregonaban la superioridad del sistema soviético, la eficacia de la ciencia marxista. Paralelamente, la emigración anarquista rusa prácticamente ya no tenía representantes. Dentro del país tampoco quedaban militantes, pero sí influencias a través del estudio de ciertos textos críticos del anarquismo de Marx («Anotaciones a Estatismo y anarquía de Bakunin») y Lenin («Estado y Revolución») – (4) -. Algunos militantes se presentaron como anarquistas en los 80, sacando algunos textos – (5) -. La investigadora Natalia Pirumova realizó la proeza de sacar una obra excelente sobre Bakunin y otra, con tantas cualidades, sobre Kropotkin, a inicios de los 70, y pudo ver renacer grupos anarquistas poco antes de su muerte en 1993.

El renacimiento del anarquismo en la URSS

Tras la destrucción de los últimos grupos anarquistas en los años 30, parecía que el anarquismo había desaparecido definitivamente del escenario social y político. Pero enseguida después del final de los 50 nuevas individualidades anarquistas aparecieron y hasta pequeños círculos y grupitos. […]

En 1987 la política de la transparencia, la “glasnost”, llevada a cabo por la dirección reformista del PC de la URSS, con toda su inconsciencia y su indecisión, permitió a los anarquistas por vez primera desde hacía decenios expresar sus enfoques y distribuir propaganda. Es simbólico que los primeros pinitos se dieron en la práctica simultáneamente, y de modo del todo independiente uno de otro, en Ucrania y en Rusia. […]

Entre los militantes, los organizadores y los ideólogos de los grupos anarquistas, se encontraban pocos trabajadores y personas cultas de diferentes oficios (periodistas, docentes, etc.). La mayoría de los anarquistas eran estudiantes, pocas veces en fin de carrera, y la misma influencia de la gente culta era mínima. Por supuesto, no había nada extraño en ello: la “perestroika” motivó ante todo a que entraran en la vida política y social activa precisamente a los intelectuales, orientados hacia los valores libérales (o sea capitalistas), lo que permitía iniciar abiertamente la formación de la clase burguesa (los “ cooperadores ” y otros empresarios). La clase obrera en su conjunto se manifestaba como una fuerza pasiva, encajando los eslóganes del mercado, de la democracia y del capitalismo: «Que vengan propietarios de verdad y que nos traten mejor». En estas condiciones, ni una orientación socialista, incluida anarquista, marxista revolucionaria o néo populista, podía y no pudo aparecer como fuerza social seria.

Por lo demás, había determinada categoría de jóvenes, que se podía considerar como base social de los anarquistas. Se trata de sub-capas del sistema soviético, las uniones de jipis informales, los punks, etc. Dibujaban con muy buena gana en los muros símbolos anarquistas, leían la prensa, participaban muchas veces en la organización de mítines anarquistas, de piquetes y otras acciones, hasta entre sectores de los ecologistas radicales,. […]

La situación lamentable (más exactamente la ausencia) de base social no podía no tener repercusiones sobre la ideología. Un factor no menos importante, que se manifestó en la elaboración de la ideología, fue el alejamiento de los anarquistas ucranianos de sus raíces y del anarquismo que existía en el extranjero. […]

Por lo tanto el movimiento adoptó una ideología, con no pocas dudas en cuanto a la comprensión de lo que se entendía habitualmente por anarquismo. Los puntos de vista en favor del mercado como «modelo socialista sueco» predominaban (el periódico de Jitomir «Predtecha» los defendía abiertamente, los anarcosindicalistas de Jarkov esperaban el saneamiento de la producción con la introducción acelerada de la autonomía financiera y «la gestión (!) de la economía de mercado» (» Nabat » N°3). […]

Las influencias ideológicas de los líderes de la KAS (de Moscú y Jarkov) era entonces determinante (1989-1991). El verdadero anarquismo clásico estaba representado por unos grupos, gravitando en torno a «veteranos» de los 70 de Dnipropetrovsk, Cherkas, […]. Estaban unidos en la «Unión Anarco Comunista Revolucionaria» (AKRS), pero al mismo tiempo estaban en la KAS, sin perder la esperanza de un saneamiento ideológico de ésta. Dicha tarea resultó difícil dada la falta de medios y la casi ausencia de prensa: si se exceptúa “Chernia Zname” de Leningrado (publicado desde el otoño de 1989 al verano de 1990), la única publicación de la AKRS era «Delo Truda» (de Dnipropetrovsk), con una tirada de unas decenas de ejemplares. […]

La profundización de las contradicciones entrañó una escisión en el seno de la KAS en la segunda conferencia de marzo de 1990 en Moscú. Era el congreso más representativo de los anarquistas de la URSS, con la presencia de 100 a 200 personas de 26 ciudades, así la mitad eran ucranianos. La tendencia autoritaria de los líderes de Moscú, el rechazo de la mayoría de los congresistas de quitar la propuesta sobre “el socialismo de mercado”, la adopción de las principales resoluciones por el voto, sin intentar llegar un consenso, hizo que numerosos activistas dejaron el congreso. Entre quienes se fueron, había los veteranos del anarquismo ucraniano. La minoría que se fue decidió celebrar su propio congreso, que luego (durante el verano del mismo año) desembocó en la constitución de una nueva unión de anarquistas en la URSS, la Asociación del Movimiento de los Anarquistas (ADA) [suena también como infierno, en ruso]. En medio de una batahola de improperios y de la confusión, les ucranianos mantuvieron su propia asamblea en los pasillos, […]

Así, y durante el año 1992, la descomposición del movimiento anarquista alcanzó casi el nivel de la desaparición, […]. En 1992 el líder de los anarcocomunistas de Moscú V. Damie preveía que el movimiento libertario de los limites de la ex URSS se compondría de organizaciones anarquistas de izquierda y de “derecha” (procapitalistas). La previsión fue inexacta, por lo menos para Ucrania donde desde 1996 no existe en la práctica diferencia ideológica y teórica entre los anarquistas. […]

Los militantes de Donetsk retomaron la iniciativa de la organización anarquista en Ucrania. […]Finamente, los 15 y 16 de octubre de 1994 en Donetsk la Conferencia constitutiva de la confederación revolucionaria anarcosindicalista (RKAS) estableció paulatinamente una organización anarquista casi seria […]

Entre el fin de 1994 e inicio de 1996, se puede destacar en la actividad de la RKAS acciones de propaganda en las empresas de Donetsk y otras ciudades del Dombass (Makeevka, Kramatorsk, Lisichansk, etc.), y la participación en la huelga del hambre de tres meses de los mineros por sus salarios en Gorlovka. Una ruptura brotó durante el verano de 1996, al fin de la preparación de este artículo, con la huelga general de los mineros. Julio y agosto durante el verano de 1996 fueron para la RKAS super activos, que se puede juzgar por el hecho que hubo cuatro números de “Anarjia” y de “Golos Truda” (con una tirada de 4.500 ejemplares para cada publicación) y no menos de cuatro octavillas (1.600 ejemplares cada una). Los periódicos y las octavillas hacían preguntas sobre los resultados de la huelga y enfocaban al máximo las posibilidades operativas. […] desde agosto de 1996 la RKAS se ha convertido en una organización conocida de trabajadores militantes, considerada como una aliada y una componente indivisible del movimiento obrero. Los representantes de la RKAS, desde entonces, participan en las reuniones de los militantes obreros sindicados, los periódicos y las octavillas anarcosindicalistas están distribuidas con la ayuda directa de las estructuras sindicales de base de los mineros. El reforzamiento en militantes de la RKAS en el Dombas, tanto tiempo esperado ha comenzado, entre los trabajadores de empresas.. […] – 6 –

Paralelamente en Rusia, dadas las discrepancias y la imposibilidad de aunar los esfuerzos, hubo en Siberia una diferenciación.

La unión interregional de sindicatos [Sibersakaya Konfederatsia Truda] Confederación del Trabajo de Siberia (SKT) fue creada en marzo de 1995 por los anarcosindicalistas siberianos, agrupados hasta entonces en una «Confederación de los anarcosindicalistas» que actuó desde 1989. Al principio la SKT fue formada por los sindicatos de Omsk y Seversk, más tarde se incorporaron los sindicatos «El Trabajo» de Novosibirsk y unas organizaciones territoriales de las regiones de Tomsk, Kemerovo y del territorio de Krasnoyarsk. Hoy en día la Confederación del Trabajo de Siberia une a más de 5000 afiliados.

La SKT conserva la tendencia sindicalista de desarrollo del sindicato de clase (los representantes del empleador no pueden afiliarse en el sindicato) y los siguientes principios fundamentales: la independencia del Estado y de los partidos políticos, la democracia directa en la elaboración y aceptación de decisiones, el internacionalismo y la resistencia a cualquier tipo de chovinismo nacional, la prioridad de las acciones directas. La Confederación del Trabajo de Siberia continúa las tradiciones del sindicalismo revolucionario usando la práctica de las directas iniciativas obreras en la defensa de sus derechos y la lucha por pasar los medios de producción a las manos de los obreros y por fundar la sociedad libertaria al margen del trabajo asalariado y del capitalismo.[…]

El sindicalismo revolucionario es la práctica de los trabajadores que no se limita a la lucha económica, lleva desde la instalación de los elementos de control obrero hasta la toma de la empresa. Hay bastantes ejemplos de todo eso en Rusia y en otros países. Por ejemplo, cerca de 200 empresas en Argentina han sido tomadas por los trabajadores. Pero el rasgo principal del sindicalismo revolucionario es la participación directa de los mismos obreros en la lucha por sus intereses, sin participación de los partidos políticos ni elecciones en los órganos del poder. Las «guerras de riel» [huelgas de los mineros que bloquearon los ferrocarriles] de 1998 en Rusia son, en realidad, las acciones directas sindicalistas. Los participantes de estas guerras de Angero- Sudgensk se incorporaron a la SKT

En lo que toca a la Confederación del Trabajo de Siberia, no puedo llamar su posición concretamente anarcosindicalista porque los afiliados del sindicato son gente de diferentes convicciones políticas. Nos denominamos sindicalistas y esto nos conviene a todos. Siberia siempre fue una región mixta y multinacional en lo relativo a la psicología comunal. Es una zona con un clima muy crudo adonde los zares y bolcheviques desterraban a los revoltosos. Por eso la SKT profesa los principios de apoyo mutuo, internacionalismo y la acción directa colectiva.

¿Con qué frecuencia los trabajadores se dirigen al sindicato en busca de ayuda? ¿Cuál es su media de edad? ¿Qué son? 

*   Hace dos o tres años los trabajadores a menudo se dirigieron a nosotros por la razón de retención del salario. Ahora en el sindicato no hay este problema en absoluto. La mayor parte de la gente que recurre a la ayuda tiene más de 30 años, es decir son las personas que trabajan en la producción concreta durante unos años. Hay una particularidad de la actividad por la edad de los trabajadores. Una vez se dirigieron a nosotros unos jóvenes que trabajaban como vendedores en una empresa privada. Cuando les ofrecimos mostrar la actividad personal en la defensa de sus derechos, ellos simplemente se negaron. Esto significa que los jóvenes prefieren pasar a otro trabajo en caso de infracción de sus derechos en vez de luchar por sí mismos.

En mi opinión es una tendencia muy extendida entre la juventud trabajadora. […]

*  […]¿Cuál es la media edad de vuestros afiliados? ¿Cuántos años tienes, Vasily?

[…]En la SKT no hay funcionarios : todos los militantes trabajan y dedican parte de su tiempo libre al trabajo sindical.

La media edad de los afiliados es de más de 30 años. Tengo 44 años, soy obrero ferroviario. Trabajo en la estación industrial «Kombinatskaya». Mi trabajo consiste en la preparación de las cisternas para el vertimiento de los productos del petróleo. Soy anarcosindicalista, estoy en el movimiento desde 1994. […]

No hacemos el cálculo especial de tales cosas. Ya he aludido a «las guerras de riel» pero no son las huelgas típicas. Si hablamos de las huelgas que están reflejadas en la ley, entonces sólo los profesores de Novosibirsk realizaron tal huelga. Principalmente tuvimos parte en las huelgas que no son típicas para la legislación. Por ejemplo los ferroviarios y los tripulantes del aeropuerto de Omsk realizaron las huelgas «disimuladas» porque está prohibido por la ley realizarlas en el transporte ferroviario y aéreo. Los ferroviarios usaron «la huelga de celo» y así redujeron la realización de unos trabajos, y las tripulaciones usaron la huelga de hambre (que no está prohibida) y produjeron la detención de funcionamiento del aeropuerto de Omsk durante casi veinticuatro horas. […]

*  ¿Qué estorba al desarrollo de la Confederación del Trabajo de Siberia? 

* Hay unas razones exteriores que estorban a cualquier movimiento social. El gran problema en la producción es la lealtad por parte de los empleados a los jefes, es decir: el paternalismo. Falta una tradición de organización de la resistencia en la sociedad rusa que ha vivido durante mucho tiempo en unas condiciones de totalitarismo y que lo considera como un elemento de progreso.

El problema interior es la falta de la juventud en el sindicato. Hace dos años nos preocupamos en serio de todo esto y ahora ha habido cambios. […]

La actividad sindical es la prioridad y temas como la guerra en Chechenia, el feminismo y los medios anticonceptivos, la producción industrial y la ecología están en un segundo plano.

Lo subrayado corresponde para mí a la herencia de servidumbre del totalitarismo leninista y encubre la necesaria pasividad ante el derecho de pernada y de corrupción de los jerarcas para conservar el empleo. Fuera de eso, la actitud juvenil es la fuga hacia otras empresas, en algunos casos la emigración al extranjero. Se observa en gran parte la misma situación en las ex colonias soviéticas y las dictaduras que mantiene la CIA en el tercer mundo.

Aparte de los anarcosindicalistas ucranianos y de los sindicalistas revolucionarios siberianos existen grupos anarquistas, federados o no en la ADA (que sigue funcionando), que llevan a cabo la tradicional yuxtaposición de luchas : rock antifascista, frente de defensa de los animales, libertad sexual, denuncias de los encuentros de los dirigentes del G 8 y de los bancos internacionales, luchas ecologistas, etc.

La Kras [confederación revolucionaria anarcosindicalista] representa el anarcosindicalismo oficial, relacionado con la AIT. En junio de 2004 se creó la Fran (federación de revolucionarios anarquistas) con grupos anarquistas de Yaroslav, la federación anarcocomunista, la iniciativa por una federación estudiantil. No obstante los estatutos (de 1995, confirmados en 2003)de la Kras tienen este artículo

“ 4. Afiliados: la Kras considera inaceptable para sus miembros :

*  la explotación del trabajo ajeno ;
*  la afiliación en partidos políticos y otras organizaciones, que luchan por el poder ;
*  la participación en los órganos del poder y de elecciones ;
*  la propaganda de las ideas estatales y capitalistas ;
*  el incumplimiento de los principios éticos del apoyo mutuo, de la solidaridad y de la libertad ;- la ausencia sistemática a las reuniones (durante tres meses seguidos) ;
*  el incumplimiento de obligaciones aceptadas sin justificaciones.
 “

Es evidente que tenemos una confusión constante entre un grupo anarquista y un sindicato. Nada ni nadie ha predispuesto y preparado los trabajadores rusos a una conducta libertaria consciente. La obra y la militancia sindical consiste en dar a los asalariados informaciones para ir alejándose de los partidos políticos y del Estado. Por eso en la actualidad ¡que trabajador puede afiliarse a un sindicato que le prohíbe ideas capitalistas y afiliación a grupos políticos !

Se observa en indymedia en ruso cómo a mediados de marzo prácticamente nada mas antes, ver la parte siguiente, la Kras manda informaciones sobre el congreso de la AIT de diciembre, el informe de la Fora sobre Argentina y otro sobre las huelgas de CNTAIT de España a fines de 2004. Un esfuerzo notable de información internacional – pese a los enfoques sectarios que contrasta con la poca información nacional del sitio Internet (www.kras.fatal.ru), y con la falta de extractos de publicaciones recientes del anarcosindicalismo. Afortunadamente hay muchos textos de presentación del anarcosindicalismo, como traducciones del español sobre el comunismo libertario. El texto “Otro movimiento obrero, sobre la historia del anarcosindicalismo” representa de hecho un libro ambicioso y documentado sobre el anarcosindicalismo en el siglo XX, por V. V. Damie (docente y animador de la Kras en Moscú). Me sorprende en esta obra la ausencia de análisis del propio anarcosindicalismo soviético durante la revolución.

La falta de una visión clara y crítica de las distintas tendencias anarquistas en la historia del país, e igualmente la visible falta de elección de prioridades en consonancia con la especificidad de la ex URSS, las secuelas del sectarismo, traen un estancamiento del movimiento, un desencuentro con los más explotados. Es posible que los recientes conflictos permitan una visión más eficiente sobre los asalariados rusos.

Actividades recientes anarquistas y anarcosindicalistas

Es necesario diferenciar el caso de Ucrania de Rusia. Las condiciones de vida en nuestro país son horribles, mínimas. Varias veces no se cobran los sueldos. La gente no reacciona colectivamente sino en tanto que individualista. Todo el desarrollo va para el Estado. Por supuesto en la UE el nivel de vida es mejor, así como las posibilidades sindicales, pero estamos muy alejados de todo ello.

Tenemos contactos con mineros de dos pozos [del Dombas] y les hablamos de autogestión, pero la situación es muy penosa y la gente de nuestro país tiene mucho miedo aún. Hay la corrupción muy visible, pero los trabajadores no se mueven, tienen miedo. – (7) –

Este verano la RKAS organizó como el año pasado un encuentro internacional de discusión y está realizando una labor de ayuda a los niños abandonados en las calles (con problemas de droga, de prostitución, etc.).

En Rusia, la actividad anarquista y anarcoecologista denuncia los peligros de la energía nuclear y la barbarie de la guerra en Chechenia. Soldados en estado de shock llevados a ejercer crueldades, cuando regresan a casa, son incapaces de volver a una «vida pacífica», acabando por unirse a las Fuerzas Especiales o al crimen organizado, sedientos de matar a las ordenes de Cualquiera. (de una octavilla distribuida el 23 de febrero de 2004 en Moscú, 60º aniversario de la deportación de los chechenos e inguches) – (8) –

Desde enero de 2005, hay una serie de manifestaciones de jubilados contra medidas de Putin como la supresión de derechos en la salud y los transportes. Este movimiento tiene el apoyo del PC ruso (KPRF) y de grupos anarquistas y sindicalistas. Esta visibilidad es importante y varios ejemplos lo demuestran sacados de indymedia Rusia.

Omsk, 27 de enero: 500 personas respondieron a la convocatoria de manifestación del KPRF y de la SKT ante la sede del gobierno local. Gritaron “ ¡No al terror anti-social! ”. En otras manis, entre todos corearron eslóganes como “Putin + Edinaya Rosía = muerte de ancianos”, “¡Abajo las leyes contra el pueblo!”….

Kaliningrado, 28 de enero, manifestación ilegal de 200 personas y presencia de los anarcocomunistas del grupo local de Acción Autonóma, que desplegaron una banderola «La revolución existirá siempre !» y que llamaba a la gente mayor a «crear una fuerza autorganizada para luchar contra el poder». después de unos quince minutos, la muchedumbre se puso a gritar «Vamos al ayuntamiento !» y «Todos donde Savenko ! (el alcalde de Kaliningrado)». La policía intentó parar la maní, pero siguió hasta el ayuntamiento y allí cargó la policía especial contra los pensionistas y los anarquistas.

Irkutsk: mismo día: 300 personas se reunieron ante el complejo deportivo Trud (Trabajo) contra la monetarización de la ayuda social. La televisión rusa mencionó la presencia del KPRF, del partido «Rusia Laboriosa» (estalinistas) y de los anarquistas de Acción Autónoma.

En indymedia Rusia se publicaron dos intervenciones a principios de febrero de Ivanov, ambas muy discutibles. La primera es sobre la organización posible del anarquismo en Rusia desde la visión de la síntesis de Sebastián Faure y Volin, a expensas del sindicalismo y de la lucha de clase. La segunda sobre la protesta de los pensionistas denuncia el juego político de los comunistas, con un enfoque entre situacionista y sirnerista y un silenciamiento del apoyo de los anarquistas y sindicalistas. Desgraciadamente no hubo refutación de otras tendencias libertarias, excepto una corta respuesta bastante endeble.

El 27 de febrero hubo una protesta contra la guerra en Chechenia, dentro del marco de la campaña pro deserción.

La multiplicidad de las manifestaciones, es una señal interesante y alentadora, siempre que desemboque en un impacto entre las masas de los asalariados y pensionistas hacia la auto organización. Es de esperar que el conjunto libertario se arraigue en la sociedad con posturas prácticas y comprensibles a corto y a largo plazo.

Notas.

1)Etatismo y anarquía, p.291 (ed. 1929), p.262 (ed. española), corregido con el texto ruso, París, 1976, p. 150.

2) Michels Robert Les partis politiques, París, 1971, p. 284..

3) Workers against the gulags (the new opposition in the Soviet Union), Londres, 1979,pp.76-91.

4) Pliouchtch Mémoires, Dans le carnaval de l’histoire, París, 1976 pp. 88-89

5) Litvinov Vladimir, escrito en 1982, Nestor Makhno et la question juive, París, 1984. Ver su biografía y otro texto en International review of social history, 1987, supplement.

6) Historia reciente del movimiento anarquista en Ucrania de Anatoli Dubovik (2001), publicado en Anarjia en 2002.

7) Libre Pensamiento, 2003.

8) publicado en internet por alasbarricadas.

2 comentarios en “Historia del anarquismo en Rusia.”

Deja un comentario